Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz, Eduardo Zaplana, ha ido un paso más allá que el presidente del Gobierno, José María Aznar, que lleva varios días negándose a responder las preguntas al respecto de PSOE, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), IU, PNV y otros grupos.

Zaplana ha aclarao que "ningún miembro del Gobierno" tenía esa información con carácter previo a la publicación el pasado lunes por el diario "ABC". Posteriormente, ha matizado que él no tiene "constancia" de que alguien del gobierno conociera ese supuesto informe exista ni de que el CNI "haya jugado el más mínimo papel" en todo este asunto.

El ministro ha tenido que responder reiteradamente a la pregunta de quien podía tener esos datos y él, una y otra vez, se ha zafado argumentando que no conoce a nadie del gabinetecon "el más mínimo indicio" de un "hilo conductor" que desemboque en el CNI.

"Nunca, nunca, el Gobierno de España utiliza con fines impropios la información reservada que puede tener. Nunca. Con rotundidad", remachó el ministro. Y añadió para justificar que no se haya abierto una investigación interna en el Ejecutivo: "si de cada noticia que se publica en los medios de comunicación, tuviera el Gobierno que abrir una investigación para conocer las fuentes, estaríamos dedicados exclusivamente a abrir inestigaciones sobre lo que ustedes publican".

Para el Gobierno, el foco hay que dirigirlo a otro lado. El propio secretario general de ERC ha reconocido que tres personas mas conocían la cita, que fue acompañado a ella "al menos" por otro compañero de partido y que "otras personas" del País Vasco hicieron de correo para facilitar el contacto.

Siempre según esa tesis, al Ejecutivo le sale una lista de una docena de potenciales filtradores antes de pensar en el CNI. Asi que intentar involucrar al sevicio secreto es un intento clarísimo de "desviar la atención de lo esencial", el "escándalo" de la entrevista en sí misma.

Y lo que no se puede hacer es "poner en duda" la profesionalidad y honorabilidad de los agentes del CNI. Preguntado entonces por qué no permite el Gobierno que comparezca Dezcállar ante Secretos Oficiales, para despejar cualquier sospecha, respondió: "La obligación del Gobierno es salvaguardar a los responsables que prestan un servicio del altísimo valor al país".

El Gobiern, explicó, siempre ha sostenido la tesis de que los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y de los servicios de Inteligencia "no se vean involucrados en debates que lo único que pueden hacer es perjudicar clarisimamente el papel esencial que están desarrollando".

PREGUNTAS A ZAPATERO

Cuando se le ha preguntado qué va a hacer el PP con los acuerdos que tiene con ERC en los ayuntamientos de Aitana (LLeida), Alella (Barcelona) y Els Pallaresos, La Galera y Villalonga, el portavz ha dicho que son pactos que afectan a "alguna corporación menor" y que el PP catalán "está estudiando" si los rompe.

Lo que no cabe duda, insistió, es que los españoles saben que el PP no pactará con ERC para llegar al Gobierno de la Nación tras las elecciones del 14 de marzo y el PSOE no puede decir lo mismo.

Por eso, el Gobierno ha pedido hoy al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, "algo más": que respalde expresamente a Maragall en su afirmación, hoy ante el Parlamento atalán, de que prefiere las buenas intenciones de Carod a la pasividad del Gobierno en la lucha antiterrorista.

"En estos años", recordó Zaplana, "la lucha antiterrorista se ha realizado en base al Pacto Antiterrorista firmado con el PSOE y sería bueno que nos dijera si comparte esa afirmación de Maragall".

Además, como Carod no ha cesado sino que se va para presentarse como "número uno" a las Elecciones Generales por Barcelona, Zapatero debe aclarar, a juicio de Zaplana, si su nota de prensa dellunes noche pidiendo la dimisión del conseller era "puramente estratégica" y para "engañar" a los españoles, porque Carod ha anunciado que volverá a ser conseller en cap tras el 14 de marzo.