Fungairiño sometió a un duro interrogatorio al miembro de ETA, sentado apenas a dos metros del fiscal, por un problema del sistema de megafonía en la Audiencia Nacional. En s exposición final, el fiscal arremetió contra el etarra y dijo que "camina intelectualmente con limitaciones (...) y sólo sabe matar y seguir matando".

Chema Matanzas, el letrado que defiende a "Macario" aseguró que "es la última vez que esta defensa va a soportar insultos del ministerio fiscal a su cliente", mientras que el propio miembro de ETA, en su alegato final, aseguró que "desde 1971, cuando se inició ETA, ya se utilizaban las palabras del fiscal desde las filas del fascismo al que pertenecía"

Durante el juicio, el fiscal preguntó a "Macario" si fue él quien decidió matar a Velasco Zuazola, a lo que el terrorista respondió que "esa decisión fue tomada por ETA", y que "yo sólo formaba parte del grupo que ejecutó la decisión".

Unos minutos antes, el terrorista había reconocido formar parte de la "organización revolucionaria ETA", así como del "comando Araba", autor de este atentado. También aseguró que se había elegido a la víctima del suceso por sus "especiales características".

Aemás, "Macario" reconoció haber robado un taxi para perpetrar el atentado, lo que dio pie a Fungairiño, que en su informe incial pidió 30 años de prisión para el etarra, a ampliar su solicitud de penas: 30 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de premeditación, más 5 años de cárcel por un robo con intimidación.

HECHOS

"Macario" formaba parte entre los años 1978 y 1980 del "comando Araba" de ETA. En el ámbito de este grupo se planeó el asesinato del comandante, en el que particiaron otros dos miembros del comando: José Manuel Aristimuño Mendizábal, alias "Pana", y otro miembro de ETA apodado "Fanecas".

Para perpetrar el atentado, los terroristas, que conocían las costumbres y el paradero de su víctima, se hicieron con un taxi a punta de pistola, con el que se situaron ante el vehículo que conducía Jesús Velasco Zuazola para efectuar los disparos.

Ademas, pide que se imponga al etarra una multa por responsabilidad civil de 30 millones de pesetas, en concepto de indemnizaión para la viuda del comandante asesinado, Ana María Vidal Abarca, actualmente presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).