Según el escrito de conclusiones provisionales, la fiscal Olga Sánche considera probado que Harriet Iragi remitió una carta a la juez Teresa Palacios, ante quien compareció tras ser detenido en Sevilla, el 20 de octubre de 2000, por su presunta participación en el asesinato del médico militar Antonio Muñoz Cariñanos.

En el texto, Iragi se queja a la juez de que no se le está informando de su evolución médica y exige que se remitan a la familia los partes médicos sobre su estado de salud.

Hay que recordar que durante la persecución policial que se produjo tras el aesinato de Muñoz Cariñanos, el presunto miembro del "comando Andalucía" resultó herido en un brazo por un disparo, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.

La parte de quejas y exigencias está escrita en castellano y en esas líneas Iragi se dirige a la juez de usted para pasar luego a tutearla con un "bueno Teresa, no crea usted que es difícil", y comenzar con el texto amenazante, éste en euskera: "Las cosas son más fáciles de lo que parecen. Con brazo o sin él la cabeza se mantiene firme.Vas a pagar el daño que has ocasionado al pueblo vasco. El pueblo vasco no perdona", decía la misiva.

AMENAZAS TERRORISTAS

Para la fiscal encargada del caso, Olga Sánchez, los hechos descritos son constitutivos de un delito de amenzas terroristas y solicita un total de 15 meses de prisión para Harriet Iragi, quien reconoció en su momento haber escrito y enviado la misiva, según consta en el escrito de conclusiones provisionales.

Asimismo, pide que este presunto miembro del "comando Andalucía" idemnice a la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, con cinco millones de pesetas.

Precisamente, el Juzgado de lo Penal de la Audiencia Nacional impuso en enero dos años y medio de cárcel a Harriet Iragi por haber amenazado al titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Guillermo Ruiz Polanco.

En el momento de los hechos, el magistrado le había comunicado su procesamiento por su presunta implicación en el atntado perpetrado el 15 de julio del 2000 contra José María Martín Carpena, concejal del PP en Málaga.

Las amenazas de Iragi contra Ruiz Polanco se produjeron horas después del funeral celebrado en el Tribunal Supremo por el magistrado de la Sala de lo Militar del Alto Tribunal y su chófer, asesinados un día antes en un atentado, en el que también murió el escolta del juez.