El escrito del fiscal relata que, en diciembre de 1988, a víctima del atentado, un empresario residente en la localidad de Getxo (Vizcaya), recibió por correo una carta de ETA que pedía el pago de 200 millones de pesetas, además de llamadas telefónicas que le amenazaban de muerte si no pagaba el "impuesto revolucionario".

Transcurrido un tiempo sin que el empresario mostrara intención de pagar la cantidad exigida, la banda terrorista decidió acabar con su vida, para lo que "Fitipaldi" fabricó un artilugio explosivo compuesto por 150 gramos de amosal, que oultó entre las hojas de un libro. El paquete fue enviado al domicilio del empresario, pero no llegó a explotar porque sus empleados sospecharon de él.

INTENTO MATAR A FUNGAIRIÑO

Las autoridades francesas entregaron a España, en noviembre del año 2000, a "Fitipaldi", máximo experto en explosivos de la banda terrorista hasta su detención, en Bidart, en 1992, y reclamado por la Audiencia Nacional por tener un total de once causas pendientes con la justicia.

Arregui Erostarbe tiene pendientes, entr otras causas, el intento de asesinato del actual jefe de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, mediante el envío de una carta-bomba.

Asimismo, se le atribuye la participación en el asesinato frustrado del teniente coronel del Ejército Francisco Albarracín, en febrero de 1990, en Valencia, y el atentado perpetrado contra el entonces presidente de la Audiencia Nacional, Fernando de Mateo Lage, quien sufrió gravísimas lesiones.