Después de tres cuartos de hora de reunión en el Palacio de La Moncloa, la segunda que mantiene Aznar dentro de la ronda con dirigentes políticos tras el anuncio del fin de la tregua, Anguita compareció ante los priodistas para señalar que "estamos todavía en Estella porque creíamos que teníamos que facilitar el aterrizaje de la banda hacia la paz".

Eso, reconoció, supuso a IU una pérdida de votos y enfrentarse a una opinión manipulada por "impulsos teledirigidos". Desde el momento en que el Pacto de Estella sirva sólo para dar cobertura política a ETA, la presencia de IU no tendría sentido, añadió Anguita.

No obstante, Anguita intenta no ponerse en el peor de los escenarios, el de que ETA vuelva a las aras a partir del viernes. "Ante la posibilidad, y ojalá que no sea probabilidad, de una vuelta a las pistolas y a la goma dos", agregó Anguita, hace falta llevar serenidad al pueblo español.

"Por favor, formadores de opinión, políticos, no insultéis, no promováis el odio, no sembréis el miedo, sed firmes, pero no azucéis el odio", apostilló.

Además de exhortar a los ciudadanos para que salgan a la calle para secundar las manifestaciones convocadas en repulsa por el fin de la tregua de ETA, el coordnador de IU volvió a insistir en la puesta en marcha de un tercer foro de negociación que supere la Mesa de Ajuria Enea y el Pacto de Lizarra.

En ese foro, en el que estaría HB, se le diría a ETA que pare su ofensiva y que todo, incluida la independencia, es defendible por las vías democráticas, pero que "con la pistola en la mano va a ser muy difícil que sus propuestas políticas se abran paso".

Por otro lado, un portavoz de La Moncloa aseguró que, tras la conversación entre Aznar y Anguita, el Gbierno "da por supuesto" que IU va a reflexionar sobre su presencia en el Pacto de Estella, una presencia que el presidente del Gobierno siempre consideró un error.

A pesar de esta discrepancia, este portavoz, al igual que Julio Anguita, prefirió resaltar la coincidencia en la necesidad de un diálogo fluido y constante, y en que "hay un único culpable" de la nueva situación, que es ETA, y su "estrategia equivocada" de romper la tregua.