Arqueología

Un estudio señala que los primeros ‘homo sapiens’ poblaron el centro de la península ibérica en el Paleolítico superior

MADRID
SERVIMEDIA

Un estudio de un equipo internacional del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) y el Laboratorio de Arqueobotánica señaló este jueves que existen evidencias de “presencia humana que sugieren repetidos asentamientos en el centro peninsular a lo largo del Paleolítico superior”.

La investigación, publicada en la revista ‘Science Advances’, confirmó “la capacidad de los primeros pobladores de nuestra especie para colonizar regiones hasta ahora consideradas inhabitables, reabriendo así el debate sobre la dinámica poblacional del Paleolítico superior inicial en el suroeste de Europa”.

El investigador del IAM, Antonio Rodríguez-Hidalgo, destacó que “la península ibérica es una región clave en la evolución humana, al encontrarse en el extremo suroccidental del territorio europeo, que funcionó como refugio para las poblaciones paleolíticas. No obstante, su diversidad orográfica y ecológica fue la que probablemente determinó que el poblamiento fuese desigual”.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas explicó que “el panorama en el centro peninsular contrasta radicalmente con las regiones costeras ya que, hasta ahora, no se habían recuperado evidencias de presencia humana desde que los neandertales migraran a la costa hace 42.000 años”. De esta forma, el centro peninsular se consideraba inhóspito e inhabitable durante aproximadamente 15.000 años, en un momento caracterizado por “una fuerte inestabilidad climática”.

Gracias al yacimiento de la Malia, un abrigo rocoso localizado en una pequeña localidad de la provincia de Guadalajara llamada Tamajón, se ha desafiado la idea de que las condiciones climáticas de este periodo crítico, unido a la orografía del territorio del interior peninsular, habían supuesto una especie de barrera ecológica para las poblaciones auriñacienses.

“Los nuevos datos del Abrigo de la Malia refutan la vieja hipótesis del desierto interior. Pese a las duras condiciones ecológicas, los humanos modernos transitaron y ocuparon el corazón de la península ibérica durante el Paleolítico superior antiguo. La cantidad y calidad de los datos arqueológicos extraídos del Abrigo de la Malia indican que, durante la peor glaciación en milenios, la supuesta “tierra de nadie” del interior peninsular fue en realidad el territorio de caza de grupos de cultura auriñaciense. Este descubrimiento nos invita a revisar los modelos de dispersión peninsular del Paleolítico superior y la dinámica poblacional de ‘homo sapiens’”, concluyó Rodríguez-Hidalgo.

(SERVIMEDIA)
27 Jun 2024
GHL/gja