Esta psicóloga experimental del Goldsmith College d la Universidad de Londres acaba de publicar el libro "Bright Splinters of the Mind", en el que recoge los resultados de 20 años de investigaciones con 50 niños autistas, incluidos algunos considerados como genios, según informó "The Independent".

El estudio determina que los llamados "autistas sabios" trabajan de manera contraria a los niños con un coeficiente intelectual normal. A causa del desorden mental que padecen, los niños autistas no consiguen comprender su entorno social, pero pueden llegardesarrollar complejos procesos mentales para perfeccionar las habilidades que poseen. Sus mentes no pueden memorizar pautas o modelos generales, pero, por el contrario, tienen una gran memoria para los detalles.

Cuando advierten que poseen una habilidad determinada, se concentran en ella intensivamente, al darles una gran satisfacción hacer algo bien. A partir de la repetición continua, consiguen almacenar en el cerebro cada vez más detalles, que gradualmente interconectan, formando modelos mentales rganizados que les permiten sobresalir. Al contrario de los otros niños, empiezan con los detalles en lugar del patrón general.

El espontáneo talento de los niños "autistas sabios" aparece en edades tempranas y de forma repentina, aunque sus limitaciones mentales, que les causan grandes dificultades en el aprendizaje, también imposibilitan un desarrollo innovativo en el área donde tienen sus habilidades especiales.