Así consta en el capítulo IV "Oriente Medio. Iraq y Afganistán" del Panorama Estratégico 2008-2009 publicado por Defensa en colaboración con el Instituto de Estudios Estratégicos y el Real Instituto Elcano, bajo la dirección del ex ministro de Defensa, Eduardo Serra.

"Desde el punto de vista militar la situación ha empeorado claramente en 2008. Los insurgentes no sólo no han retrocedido ante la presencia de más de 60.000 soldados aliados y 120.000 policias y soldados afganos, sino que han conseguido ampliar sus zonas de actuación".

De esta manera describe la situación el teniente coronel José Luis Calvo, miembro de la División de Estrategia y Planes del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) encargado de realizar este análisis.

El teniente coronel considera que durante el año pasado la situación de Afganistán se define con la palabra "desánimo", por parte de todos.

Sin embargo, reconoce que "el momento para pedir un esfuerzo adicional no es el mejor, debido tanto a la crisis financiera como al cansancio después de siete años de conflicto" pese a que reiteradamente considere "escasas" las fuerzas militares allí destinadas.

En concreto, España tiene ahora desplegados casi 800 militares dentro de la misión ISAF de la OTAN, así como 52 efectivos encargados de formar al ejército afgano. A ello, habría que sumar el refuerzo de 450 militares que anunció el Gobierno para las próximas elecciones afganas de agosto.

Apunta que en 2008 "se redoblaron los esfuerzos para la organización y el adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas, lográndose resultados razonables en el ejército y mucho menos alentadores en la policia".

Pero, añade, "ni las escasas fuerzas internacionales presentes en la zona han sido suficientes para doblegar el irredentismo de los líderes pashtunes ni las inversiones en reconstrucción y desarrollo han convencido a la población".

PALO Y ZANAHORIA

Destaca que "los talibanes y grupos asociados se han infiltrado en las provincias que rodean Kabul". En el Oeste, las comunicaciones con Herat, donde está el grueso del contingente español, "se han visto sumamente perturbadas por las actividades insurgentes", donde el "número de incidente se ha multiplicado (14)" respecto a 2007.

En concreto, sobre la provincia bajo la cual España tiene el control, Bagdhis, advierte que "las bolsas de población pashtún se han mostrado progresivamente más agresivas".

El análisis destaca que "ya no se trata del combate contra una insurgencia más o menos numerosa, sino contra un complejo entramado de grupos tribales" a lo que se suma que enfrente hay un "Gobierno -afgano- poco eficiente y lastrado por la inmensidad del territorio, la falta de infraestructuras y una población cada vez más escéptica".

Por ello, considera que "el esfuerzo diplomático resultará esencial" debido a que no espera, el teniente coronel, que los países aliados eleven a más de 100.000 el número de militares en la misión. "La coordinación entre operaciones militares y reconstrucción también será esencial", apunta.

En definitiva, concluye el estudio, "se trata de poner en marcha una estrategia que integre todos los recursos disponibles en el conflicto buscando el tradicional efecto del palo y la zanahoria".

Cada año, el Ministerio de Defensa publica este estudio en el que marca algunas líneas del contexto internacional y que en anteriores ocasiones se destacaban como de alto valor para las Fuerzas Armadas.

El año pasado, este plan fue presentado por el entonces jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Félix Sanz Roldán, y definía entre sus páginas a Afganistán como como un país en "guerra permanente".

En esta ocasión, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden) acogió la presentación del estudio que hizo el director general de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa, Santos Castro; el presidente del Real Instituto Elcano, Gustavo Suárez Pertierra; el almirante Rafael Sánchez-Barriga, director del Ceseden, y Eduardo Serra Rexach, coordinador del Panorama Estratégico 2008-2009.