El pleno de la corporación insular decidió ayer, lunes, dejar sobre la mesa esta dcisión hasta que no se haga un estudio de las posibles soluciones para reducir o incluso eliminar dicha especie ajena al medio ambiente del lugar.

La historia se remonta a 1971, cuando se soltaron en las Cañadas del Teide tres ejemplares de muflón por parte de los servicios del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), con el objetivo de dotar de vida animal dicha zona. Desde entonces, se reprodujeron con tanto éxito que actualmente hay ejemplares en catorce municipios de la isla.

demás de la flora en peligro de extinción por servir de alimento a los muflones, las autoridades también han constatado el destrozo que causan estos animales en las plantas y árboles de los campos, así como en cultivos.