Al igual que en ediciones anteriores, los cromos más escasos y caros son los de los fichajes más tardíos, razón por la que en esta temporada llegan a pagarse hasta 3 euros por Reyes o Joaquín, contrataciones de última hora de Real Madrid y Valencia, respectivamente.

En kioscos y papelerías cada sobre de 6 cromos vale 40 céntimos, por lo que las cotizaciones alcanzadas en El Rastro dan idea del nerviosismo que se va apoderando de los coleccionistas ante la perspectiva de no completar sus albumes.

Quizá para que ese nerviosismo no se traduzca en inversiones demasiado atolondradas, estos coleccionistas, en su mayoría menores de 12 años, van casi siempre acompañados de sus padres. Estos, pertrechados con el listado de los cromos que faltan, vigilan cada operación y administran con celo el presupuesto disponible para que los chavales puedan comprar los cromos con el dinero duramente ganado con el sudor de la frente de sus progenitores, pero sin abusar.

En El Rastro se compran y venden cromos de todo tipo de colecciones, aunque desde finales de agosto hasta bien entrado el otoño dominan las operaciones en valores futbolísticos. Como en cualquier mercado de valores que se precie (la Bolsa de Madrid, por ejemplo), el objetivo es comprar barato y vender lo más caro posible.

Un golpe de suerte permite plusvalías de hasta el 4.500%, lo que va de los 6,6 céntimos del precio de emisión de un cromo (lo que cuesta en kiosco) a los 3 euros que pueden conseguirse actualmente por los ejemplares más raros.

Pero la vida del especulador en cromos no está exenta de sinsabores y el riesgo de no poder dar salida a ejemplares sobrevalorados siempre está ahí. El pasado domingo ya era posible ver a nerviosos coleccionistas ofreciendo el cromo del madridista Cannavaro "por solo un euro", entre el escepticismo general.

El Mercado de Cromos de El Rastro opera las mañanas de los domingos y algunos días festivos, salvo que llueva.