El nuevo Estatuto desarrolla un capítulo dedicado a la "Etica del Servicio Público", que amplia los consejos deontológicos y profesionales que recogían los borradores manejados por el anterior Gobierno socialista, que no llegaron a plasmarse en una norma por la derrota del PSOE en las últimas elecciones generales.

El nuevo borrador de esta norma básica de los funcionarios, que hará las veces del Etatuto de los Trabajadores para el sector de los empleados públicos, anima a los funcionarios a "mantener el orgullo del servicio público" y a "alentar con su ejemplo el prestigio y la confianza de los ciudadanos en los servicios públicos".

El Código Etico también alienta a los trabajadores del sector público a "aportar iniciativa personal al trabajo colectivo y en equipo", a "contribuir a la creación de un buen clima laboral", a "esforzarse en perfeccionar sus conocimientos profesionales" y a "extremr el uso racional y económico de los bienes y recursos públicos", entre otras cosas.

Entre los deberes de los funcionarios, el Código hace hincapié en la obligación de "mantener sigilo de los asuntos que conozcan por razón de sus cargos o funciones y no hacer uso indebido de la información obtenida".

Los funcionarios deben igualmente "tratar con corrección y consideración a los superiores jerárquicos, compañeros y subordinados" y "no utilizar los medios propios de la Administración ni ejercer suscometidos en favor propio o en el de los colectivos cuyos intereses les afecten".