ESTADOS UNIDOS NO PUEDE FRENAR LOS ROBOS DE DATOS A TRAVES DE INTERNET
- Se produce el tercer asalto en el último mes, con la sustracción de información de 32.000 personas
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Los piratas informáticos consiguieron la pasada semana acceder a información personal de más de 32.000 personas almacenada en una gran base de datos de Estados Unidos, operación que supone el tercer asalto en el último mes en el país norteamericano y que pone de manifiesto la fragilidad de estos sistemas.
Según informó hoy el diario argentino "Clarín", con este nuevo ataque, los ciber-estafadores consiguieron un jugoso botín: los nombres, direcciones y números de la Seguridad Social (equivalente el número del carné de identidad en otros países) de unas 32.000 personas almacenados en la base de datos de la empresa LexisNexis.
El problema, señalan los agentes de la policía, es que los delincuentes podrían utilizar esta información para solicitar tarjetas de crédito bajo nombres falsos, o apropiarse de la identidad de estas personas para otros fines ilegales.
Por su parte, LexisNexis asegura que todavía no sabe cómo se produjo el incidente, que tuvo lugar en su subsidiaria Seisint, con sede en Florida.
Esta firma vende información sobre ciudadanos estadounidenses a negocios, investigadores privados e instituciones financieras, y pudo generar el problema cuando permitió que los estafadores asumieran identidades de clientes legítimos para hacerse con la información.
TERCER ASALTO EN UN MES
Esta es la tercera vez en las últimas semanas que el robo de identidad a gran escala salta a la primera página de los periódicos de los Estados Unidos. De hecho, ChoicePoint, otro gigante de las bases de datos y competidor de LexisNexis, dijo el mes pasado que había entregado a estafadores que se hicieron pasar por clientes los datos de 145 mil individuos.
Más recientemente, Bank of America reconoció que había perdido unos ficheros que contenían información sobre más de un millón de trabajadores del Gobierno federal, entre ellos varios senadores estadounidenses.
A ello se suma el incidente que tuvo lugar en el grupo de las zapaterías DSW, que admitió el pasado martes que los piratas informáticos se habían hecho con los números de las tarjetas de crédito de los clientes de 103 de sus 175 tiendas.
Con este panorama no es de extrañar que los defensores de la privacidad y de los consumidores pidan leyes más estrictas y un escrutinio mucho mayor a las compañías que compran, venden y almacenan información sobre los ciudadanos.
(SERVIMEDIA)
14 Mar 2005
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