En los diez primeros minutos de su discurso inicial, esta mañana, el presidente del Gobierno desveló sus propuestas: una fiscalía especial contra los delitos ecoómicos y la corrupción, que anunció ayer el PP, y mayores penas para esos delitos.

Además se modificará la legislación del Tribunal de Cuentas para ampliar las competencias de éste y se creará en la Dirección Jurídica del Estado un grupo específico que vigile los intereses de la Hacienda Pública y se persone como acusación particular en los casos de corrupción que se vean en los tribunales, entre otras cuestiones.

González reconoció el "desasosiego social" que vive el país y asumió la responsabildad del 'caso Rubio' al afirmar que "considero este caso de extrema trascendencia y me considero directamente concernido por él".

"Es cierto que vivimos ese clima de desconfianza e incluso el riesgo de desafección frente a los valores democráticos, que debilitan la capacidad del país para responder a los desafíos de la crisis", abundó.

Durante su intervención, el líder socialista tuvo que escuchar frecuentes pateos desde los escaños del PP, que eran respondidos con ovaciones desde los del PSOE, hsta el punto de que tuvo que pedir a los diputados socialistas que no respondieran

Felipe González dedicó la hora restante de discurso a la política económica, asegurando que "lo peor de la crisis ha pasado" y que "estamos en la senda del crecimiento". Según él, el PSOE garantizará las pensiones actuales y "futuras", y no privatizará servicios públicos esenciales como sanidad o educación (ésto lo reveló en su réplica a Anguita, por la tarde).

BALANCE "POSITIVO"

Considera el presidente del Gobieno que es "positivo" el balance de los nueve primeros meses de gobierno, en parte porque la estabilidad de los apoyos de CiU se ha logrado.

Por la tarde, el choque más esperado. José María Aznar, durante 50 minutos de discurso, que comenzó con la pregunta "¿Cuál será el próximo escándalo, señor González?", le dijo al líder socialista que se vaya ahora, pues es la única salida "honorable" que le queda.

"Usted no está a la altura de las necesidades de España. Usted no está en condiciones de seguir obernando (...) Usted, que ha sido el causante del problema no puede ser quien lo corrija. Asuma la responsabilidad y váyase. España necesita un impulso y usted se ha convertido en una rémora", añadió.

"Si usted no se entera de Filesa hasta que lo cuentan los periódicos, del uso de los fondos reservados de su Gobierno, de a qué se dedica el director general de la Guardia Civil, ¿tendría usted la amabilidad de informar a la Cámara de qué se entera usted?", se preguntó.

En un tono de permanente mocón de censura, Aznar intentó poner a González contra la cuerdas, cosa que logró en parte durante los turnos de réplica y contrarréplica, al anunciar que el Grupo Popular pedirá mañana una comisión de investigación del 'caso Filesa'. "Preséntenla, que a lo mejor se encuentran la sorpresa de que se presentan otras complementarias", le respondió González.

Tras este intercambio de palabras hubo otros, en los que González acusó a Aznar de emplear un tono de moción censura y de no atreverse a presentarla. "Quién le ha dicho a usted que no lo vamos a hacer?", le preguntaría posteriormente Aznar. "No voy a dimitir. (...) Asumiré mi responsabilidad", respondió González en más de una ocasión y añadió que se agotará la legislatura.

"PRESENTE SU RENUNCIA AL REY"

El jefe del Ejecutivo insistió en su argumento de que el PP no tiene nada positivo que proponer a la sociedad y le recordó el tema de las 8.000 pesetas que los pensionistas hubieran dejado de percibir, de aprobarse la política que predicaron en la cmpaña electoral de 1993.

El presidente del PP aseguró que, muy al contrario, ahora sí que los pensionistas han salido perdiendo, y se preguntó una vez más qué credibilidad le queda a González. "En estas circunstancias no le queda más que una salida honorable: presentar su renuncia al rey y aconsejarle respecto a qué miembro de su partido reúne las mejores condiciones para sustituirle", le había dicho minutos antes.

Por su parte, Julio Anguita pidió también la dimisión de González, aunque en un too más mesurado y en un ambiente menos enrarecido que el que había presidido el debate con Aznar.

El líder de IU acusó a González de dilapidar el futuro de la izquierda por haber fracasado con una política de derechas. Anguita le ha pedido que asuma sus responsabilidades por los casos de corrupción que han salpicado la vida política.

Además, el dirigente de la coalición habló de que los diferentes gobiernos socialistas han contribuido activamente a destruir el estado de bienestar, y les acusó de pacticar una estrategia antisindical.

En la respuesta, González admitió abiertamente que "me equivoqué", al respaldar públicamente la actuación de Mariano Rubio al frente del Banco de España y su continuidad. "Hoy ya no podría decir lo mismo", insistió.

CIU SIGUE APOYANDO

Miquel Roca, de CiU, emplazó al presidente del Gobierno a que encabece la lucha contra la corrupción porque, de lo contrario, podría no contar con el apoyo de la colaición nacionalista.

"Para algunos", afirmó Roca en referncia al PP, "ha llegado el momento de disolver las Cámaras y convocar nuevas elecciones. De hecho, ya algunos lo postulaban prácticamente al día siguiente de las últimas elecciones generales. No participamos de ese criterio".