"La viabilidad de 12 de los paradores no está nada clara", dijo Carlos Díaz, director general de Turismo, ya que arrojan unas pérdidas anuales de 200 millones y necesitarían otros 1.200 para modernizarlos.

Se trata de los paradores de Alcañiz (Teruel), Antequera (Málaga), Ayamonte (Huelva), Cervera de Pisuerga (Palencia), Beavente (Zamora), Bielsa (Huesca), Hierro (Canarias), Puerto Lumbreras (Murcia), La Palma (Canarias), Guadalupe (Cáceres), Puebla de Sanabria (Palencia) y Vic (Barcelona).

A lo largo de 1997, la Administración decidirá qué hace con estos edificios, si los vende, devuelve a sus propietarios originales (en muchos casos ayuntamientos y cabildos) o los cede o alquila a empresas privadas, y no está descartado que en el caso de algún edificio de gran valor histórico en que puedan reducirse las pérdidas se evte el cierre o la cesión.

El grupo de paradores que "están en la UVI" pero aún puede salvarse ya que han evolucionado bien a determidadas medidas adoptadas son: Arcos de la Frontera (Cádiz), Cazorla (Jaén), Ferrol (Coruña), Manzanares (Ciudad Real), Pontevedra, Teruel, Tuy (Pontevedra) y Verín (Orense).

El criterio a seguir por la Administración para el mantenimiento o no de los paradores (ya que es la propietaria de los edificios) es que se trate de edificios del patrimonio histórico artístico, ue potencien zonas no suficientemente desarrolladas por el turismo y que no hagan competencia a la iniciativa privada.

El estudio de gestión económica refleja también deficiencias de la empresa en la definición del producto, comercialización y ventas, informatización, restauración, control interno de cada establecimiento y coste de personal (la facturación por empleado es un 50% inferior a la media del sector).

Carlos Díaz dijo sentirse "preocupado" por esta situación, si bien Francisco García-Boadilla, presidente de Paradores, indicó que ya se han tomado medidas para solucionar estos extremos, centrándose especialmente en la formación del personal y en la informatización.

TRAMPAS CONTABLES

Ambos responsables denunciaron también otras irregularidades cometidas durante la anterior gestión, cuando la empresa estaba presidida por Eduardo Moreno. Entre ellas, destaca el impago de 520 millones en concepto de IVA en 1995, cuando se realizó una reducción de capital de 4.928 millones de pesetas.

Con esa reducción 'contable', que se realizaba en teoría para devolver los bienes materiales de los paradores al Estado (cafeteras, instalaciones de riego, etc) y que realmente no se devolvieron, se conseguía no pagar 400 millones en amortizaciones.

Sin embargo, la anterior dirección desoyó los informes desfavorables a esa operación porque iba a generar el pago de IVA y se acogió al único favorable para no hacerlo. El resultado es que el nuevo equipo tendrá que hacer frente en las cuentas de 1996 a 80 millones, tras aplicar recargo e intereses de demora.

García Bobadilla indicó que Paradores esperaba conseguir este año 600 millones de beneficios, por lo que con ese pago el resultado será equilibrado.

Otras deficiencias observadas son acuerdos realizados por Paradores con empresas privadas, particulares y una Universidad para ampliar o crear nuevos edificios en Lerma, Granada y Salamanca, cuando las competencias sobre los edificios están en manos de la Administración y la empresa pública Pardores sólo se debe de encargar de la gestión.

Carlos Díaz anunció que reformará el pliego de condiciones del contrato entre el Estado y Paradores, para que el canon que la empresa pague sea similar a las inversiones que realiza la Administración en los edificios. Para 1997, están previstos 1.700 millones.