La reforma en marcha supone mucho más que una mera reducción de efectivos, ya que el nuevo despliegue concede menor peso a su implantación homogénea en el territorio nacional, mientras que aumenta la capacidad de participación en misiones con nuestros aliados y Naciones Unidas.

El nuevo despliegue afectará en mayor medida al Ejército de Tierra, que en un futuro estará articulado en una Fuerza Permanente, constituída en su núcleo por una Furza de Reacción (que incluirá la ya creada Fuerza de Acción Rápida) y por una Fuerza de Defensa del Territorio, a la que se añadirán las unidades del Apoyo a la Fuerza.

El Estado Mayor del Ejército ha diseñado un plan de Nueva Organización del Ejército de Tierra, "Plan Norte", que prevé la supresión de las capitanías generales y los gobiernos militares, así como la disolución de las cinco divisiones que actualmente agrupan a 11 de las 15 brigadas del Ejército.

Además, transforma a la Legión en un brigada, la Brigada Legionaria o Brileg, que estaría dotada con un batallón de ingenieros, un grupo de artillería y otro logístico, cuyo cuartel general quedaría establecido en Viator (Almería). Allí se concentrarán el Mando de la Legión, actualmente en Málaga, y los tercios de Ronda y Fuerteventura. Se mantendrán las agrupaciones de tropas de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

Esta nueva organización del Ejército de Tierra tiene el objetivo de sustituir el despliegue actual, de más de dos siglos d antigüedad, por otro más operativo y con mayor facilidad para intervenir en el misiones de organizaciones internacionales, como la ONU, la OTAN o la UEO.

Se tenderá a disponer de un menor número de unidades, concentradas en bases, de entidad brigada e interoperables. Las divisiones, integradas por unos 15.000 hombres, dejarán de ser las unidades básicas de la fuerza militar y serán sustituidas por la brigada, que es más reducida, con unos 4.000 hombres.

UNA DOCENA DE BRIGADAS

Estas brigadas, qe no superarán la docena frente a las 15 actuales, estarán desigualmente distribuidas por el país, en función de sus misiones. Así, tendrán una presencia muy importante en el centro y sur, mientras que en el norte quedarán muy reducidas.

Esta estructura futura será logística, ya que no estará orientada como en la actualidad en el apoyo a las unidades de cada territorio, sino a cualquiera que se desplace a su zona de demarcación, incluso si no es española.

El criterio principal, según Defensa, es ue las unidades estén constituídas por módulos que puedan sumarse para constituir distintas unidades de fuerza según la misión asignada. La dotación en personal y medios de las brigadas será de distinta proporción según estén asignadas a las Fuerzas de Reacción o a las Fuerzas de Defensa del Territorio, pero en todo caso con una mayor profesionalización de sus componentes.

El "Plan Norte", que estará en vigor hasta 1997 en caso de ser aprobado, también divide a las unidades del Ejército en fuerzas pricipales y de reserva.

Las primeras agruparán a las Fuerzas de Acción Rápida (FAR), las de Maniobra y algunas de Defensa Territorial, integradas en su mayoría por soldados profesionales, y las de reserva, que englobarán a las restantes fuerzas de Defensa Territorial y tendrán una dotación mínima completada con reservistas en caso de movilización.

Además, diferencia entre la fuerza permanente, formada por los 115.000 efectivos recogidos en la Ley de Plantillas, y la fuerza prevista para tiempo de gerra, que será completada con 60.000 reservistas, lo que obligará a invertir en la creación de una gran reserva de munición, armamento y equipos.

Por su parte, tanto la Armada como el Ejército del Aire continuarán con el proceso de concentración de instalaciones. La Armada simplificará sus estructuras de mando, instalaciones de apoyo en tierra y centros logísticos, mientras que el Ejército del Aire contará con bases aéreas principales, complementadas con otras de despliegue y reserva.

PROGRAMAS DE DTACION

Todo ello irá acompañado de programas de dotación para los próximos 10 años. En el Ejército de Tierra estos programas se concentrarán en sistemas de artillería y misiles, vehículos acorazados, de transporte y transmisiones.

En la Armada, con la dotación de nuevos cazaminas, dragaminas y buques de desembarco, así como nuevas fragatas que sustituyan a las actuales de tipo "Baleares" y buques de apoyo.

En el Ejército del Aire se mejorará su capacidad de mando y control, y se dotará con nevos medios aéreos de caza y transporte que ya están contemplados en programas europeos.

Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron a Servimedia que dicho plan fue remitido por el jefe del Estado Mayor, Ramón Porgueres, al ministro de Defensa, Julián García Vargas, quien en la actualidad lo está estudiando para su aprobación, en su caso.

Añadieron que de ser aceptado, comenzaría a ser aplicado en un plazo "relativamente inmediato", paralelamente a la entrada en vigor de la Ley de Plantillas de as Fuerzas Armadas, que será remitida próximamente al Congreso.

Esta normativa, aprobada el pasado 29 de enero por el Consejo de Ministros, prevé una reducción del 14 por ciento del número de mandos de los tres ejércitos, con el fin de ajustar los efectivos militares al nuevo modelo definido por el Congreso de los Diputados, para alcanzar en la próxima década unas Fuerzas Armadas integradas por un máximo de 180.000 miliares, de los que más del 50 por ciento sean profesionales.

El "Plan Norte", qu supondrá una revolución de la organización y despliegue del Ejército, pretende, además de adaptarse a la nueva situación internacional, afrontar la falta de efectivos debida a la reducción de la "mili" a nueve meses y a la caída de la natalidad, así como el recorte presupuestario que afecta a las Fuerzas Armadas.