Ambos se reunieron este jueves en Madrid, en el que ha sido el primer encuentro entre ambas partes, desde que el PP gobierna en Galicia.

Espinosa, en declaraciones a los periodistas, señaló que la obra de la depuradora no goza de la consideración de obra de interés general, pese a lo cual expresó su firme deseo de querer "ayudar a la Xunta de Galicia a financiar unas obras que son muy costosas".

Por su parte, Hernández afirmó que la depuradora de Vigo es "una actuación prioritaria para el Gobierno de Galicia. Nosotros hemos trasladado unos mecanismos que creíamos que podían permitir una asunción de las responsabilidades financieras de la Xunta en un plazo más largo, pero esas actuaciones tienes dificultades que hacen que ahora mismo no sea viable".

"Aún hay temas pendientes para tratar en el futuro con el fin de concretar actuaciones que sabemos que hay que hacer para cumplir las directivas de saneamiento y depuración", agregó el consejero gallego.

Por otro lado, trataron del protocolo, firmado hace unos meses, de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Xunta de Galicia vinculado a calidad de aguas.

Este protocolo es un convenio cuyas inversiones superarán los 280 millones de euros y que recoge actuaciones en calidad de aguas en varios conceptos o grupos concretos. Unos se refieren a grandes depuradoras y otros a actuaciones dentro de Red Natura 2000.

Espinosa explicó que cuando se habla de protocolo es para "dar flexibilidad a aquella administración que es la competente para priorizar o no una inversión u otra".

En este sentido, aclaró, no depende del Gobierno de España decidir si se hace primero la depuradora de un pueblo o de otro. A pesar de ello, nosotros vamos a respetar totalmente lo que estaba previsto con el anterior gobierno de la Xunta".

"Si no colaboramos todos con la Xunta, van a tener muy difícil que puedan a llegar a cumplir esa exigencia de la normativa comunitaria", sentenció.