En la Avenida Marítima, que bordea de norte a sur la capital grancanaria, se situó el puesto de mando y en medio de las aguas de la bahía se desarrolló la acción. El supuesto consistía en la caída al agua, a las 9.30 horas, de un avión comercial poco después de despegar del aeropuerto de Gran Canaria.

El ejercicio, organizado por el Servicio Aéreo de Rescate, pretendí coordinar a todos los efectivos que intervienen en accidentes de este tipo. Las tareas de rescate fueron seguidas por cientos de personas que observaban desde la avenida las maniobras de helicópteros y lanchas.

Los "náufragos" fueron trasladados al Arsenal, donde se delimitaría la gravedad de sus heridas, y de allí pasaron a los centros hospitalarios que estaban en situación de alerta. Las autoridades habían advertido días antes del desarrollo del simulacro para evitar la alarma al observar las más d 20 ambulancias y vehículos policiales que circulaban por la ciudad con las sirenas en marcha.

Los responsables de la operación calificaron la misma de "satisfactoria" por la coordinación de las unidades y el buen funcionamiento del material empleado.