Este especialista señala que, aunque muchas personas están habituadas a automedicarse con dichos medicamentos, no dejan de ser fármacos, que siempre han de ser tomados previa recomendacón del médico.

"Saber que con una pastilla se pueden aliviar los síntomas hace que la gente a veces no se preocupe de cuidar su alimentación lo suficiente, sin miedo a las consecuencias que pueden ser paliadas con el fármaco", añadió.

Recuerda que el abuso de comidas grasas, copiosas y la abundante ingestión de alcohol hace que la digestión laboriosa, la aerofagia, la indigestión y las diarreas sean algunos de los trastornos más frecuentes durante las fiestas navideñas.

Todo ello hace que duante estos días se incremente de forma importante el consumo de fármacos para aliviar esos problemas, tales como antiácidos y otros protectores de la mucosa gástrica, un hecho que al profesor Díaz-Rubio le preocupa.

Recuerda que los enfermos crónicos, como diabéticos o hipertensos, deben mantener sus tratamientos y sus regímenes dietéticos para evitar descompensaciones, y llama la atención sobre el consumo de salsas y mahonesas, ya que la temperatura ambiente de las casas en invierno hace que estos almentos, si no permanecen refrigerados, puedan estropearse y provocar infecciones intestinales.

URGENCIAS

Durante la Navidad los servicios de urgencias de los hospitales reciben un número importante de personas aquejadas por problemas gastrointestinales y por abuso de alcohol, algo que constituye un importante problema en individuos sanos, pero aún más en personas con antecedentes de enfermedad hepática, ya que "la ingestión de alcohol en estos pacientes puede acarrear esteatopatitis alcohólica aguda.

Otra de las patologías frecuentes, fundamentalmente en pacientes con predisposición a padecerla, es la pancreatitis aguda, que puede tener orígenes diferentes, como cálculos biliares y el alcoholismo son responsables de casi el 80% de los ingresos hospitalarios por pancreatitis aguda.