Organizado por el Grupo Farmaceútico MSD, la jornada "El paciente asmático con rinitis. Últimas evidencias" tuvo lugar en Maspalomas (Gran Canaria) y contó con la participación del doctor Marcel Ibero, de la Unidad de Alergia del Hospital de Terrasa; del doctor Luis Manuel Entrenas, del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba; y de Dolors Navarro, de la Fundación Biblioteca Josep Laporte.

Todos ellos destacaron la importancia de considerar el asma como un claro factor de agravamiento de la rinitis alérgica, así como la necesidad de elaborar una perspectiva clínica conjunta de ambas patologías.

De hecho, de los tres millones de asmáticos que hay en España, el 80% padece también las consecuencias de la alergia. Según los especialistas, es necesario que el tratamiento de ambas enfermedades actúe en toda la vía respiratoria.

"La presencia de rinitis en pacientes con asma constituye un factor que, si no se controla, puede agravar seriamente el problema del asma, llegando incluso a ser origen de importantes crisis respiratorias que pueden requerir asistenca en algun centro hospitalario", dijo el docor Ibero.

OPINIÓN DEL PACIENTE

En el marco del seminario se presentó la encuesta "One Airway", que fue realizada entre 809 pacientes de asma y rinitis, entre mayo y junio de 2003 en cuatro países de Europa (Francia, Alemania, Italia y Reino Unido). El objetivo de esta consulta era conocer cómo afectan ambas enfermedades a la calidad de vida de quienes las padecen.

El 44% de las personas encuestadas reconocieron que sufren algún tipo de dificultad en su capacidad para disfrutar de actividades sociales y el 68% indicó que sufría algún problema para participar en actividades de ocio y deportivas.

Asimismo, de los pacientes encuestados, tres de cada cuatro (74%) admitieron que tenían problemas para dormir y un 61% destacaron las dificultades para concentrarse en el trabajo y en la escuela.

La encuesta también abordó la repercusión de la rinitis alérgica en el asma. En ese sentido, el 79% de las personas entrevistadas sentía que empeoraban sus síntomas de asma cuando se añadían los episodios de alergia y el 40% evitaba salir al exterior en temporada de alergias porque sus síntomas asmáticos empeoraban.

En cuanto a la relación entre ambas enfermedades, el 69% de los entrevistados dijo que antes de ser diagnosticado de asmaya presentaba síntomas de rinitis. Sin embargo, el 54% no sentía preocupación alguna por el hecho de poder estar en riego de padecer asma.