Ese año, el consumo anual hortofrutícola, tanto en hogares como en hostelería, fue de 221,3 kilos por persona, lo que supone un descenso del 2,3 por ciento respecto a 1991, en la línea de la disminución que viene produciéndose desde 1987 (un 6,3 por ciento en estos seis años, es decir, 15 kilos menos por persona).

Aunque los productos hortofrutícolas cedn terreno frente a otros alimentos, todavía representaron en 1992 el 19,6 por ciento del consumo total alimentario. Los hogares españoles compraron 7,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas, para lo que gastaron 825.774 millones de pesetas.

Las patatas son el producto más consumido. Las compras anuales por persona fueron de 54,2 kilos el año pasado, de los cuales 38,2 kilos se consumieron en los hogares, y el resto en hostelería e instituciones.

Por su parte, entre las hortalizas frescas ls preferidas por los españoles son los tomates, con un consumo en hogares de 15,3 kilos por persona al año y un importe de 65.484 millones de pesetas, representando el 26 por ciento de las compras totales del sector, si bien su consumo experimentó un descenso respecto a años anteriores.

No obstante, las lechugas, segunda hortaliza más consumida con 7,8 kilos al año, con un valor de 37.813 millones de pesetas, tuvieron un ligero incremento, al igual que ajos, coles, judías verdes y pimientos.

Entr las frutas, las tradicionales naranjas y manzanas ostentan los mayores consumos. De las primeras, cada español comió 27,3 kilos al año (81.336 millones de pesetas), más que en en 1991, al igual que peras, melocotones y ciruelas.