Así lo manifestó hoy el presidente de la Federación Española de Agencias de Viaje, Jesús Martínez Millán, en declaraciones a Servimedia en la que aportó sus impresiones sobre las intenciones de los peregrinos que tienen reservados pasajes para ir a Roma a despedir al Pontífice.

A este respecto, recordó que los fieles que quieren ir al país transalpino "no son turistas al uso", sino que se trata de devotos "a los que no importan las dificultades que tengan que afrontar" para poder estar cerca del lugar donde se están realizando los actos funerarios tras el fallecimiento de Juan Pablo II.

"La fe mueve montañas y los que tienen ya sus billetes no darán marcha atrás. El peregrino no tiene nada que ver con el viajero tradicional, que varía su decisión de viaje en función de factores materiales y de ocio", señaló.

Además, Martínez Millán recordó que los dos principales problemas en Roma tras la muerte del Santo Padre son el colapso de los alojamientos y las largas colas en el Vaticano, "pero la mayoría de los peregrinos prefieren enfrentarse a estas cuestiones que cancelar sus vuelos".