El Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), firmado el pasado mes noviembre para reducir en este continente el arsenal de armas convencionales, estableció que España recibiría parte del armamento excedente de los países de tecnología militar más avanzada quela suya.

Según las mismas fuentes, aunque los carros de combate que recibirán las Fuerzas Armadas españolas están en buen estado, ya que proceden de los centros de almacenamiento que tiene la Armada estadounidense en Europa, será necesario ponerlos a punto y modernizarlos.

Las empresas nacionales que trabajan en el sector de Defensa serán las encargadas de transformar, reparar y adecuar las piezas, bajo la tutela de la Dirección General de Armamento y Material.

Aparte de los carros, España pdría recibir piezas de artillería y vehículos ligeros. A cambio de estas transferencias, el Ejército tendrá que destruir o reconvertir en los próximos tres años unos 590 carros, de los 854 que dispone actualmente.

Otros 200 son inservibles debido a su antigüedad y también tendrán que ser inutilizados, desguazados o convertidos en blancos.

La Agencia de la OTAN para Mantenimiento y Aprovisionamiento (NAMSA) pagará los gastos que ocasionará llevar el armamento de un país a otro. El presupuesto inical de esta operación es de 100 millones de dólares (100.000 millones de pesetas).