En la reunión que mantuvieron ayer y hoy, en Mérida, ambos políticos manifestaron su voluntad de ingresar simultáneamente y lo antes posible en el grupo Schengen, formado por los seis membros de la Comunidad Europea que pretenden suprimir las fronteras antes de 1993.

Para simplificar los trámites fronterizos, Portugal aceptó la petición española de admitir los DNI prorrogados hasta su renovación.

Los dos ministros acordaron también solicitar apoyo económico para reforzar las condiciones de seguridad en las fronteras exteriores que se producirá con la aplicación del Acta Unica.

En cuanto a la readmisión de "ilegales" de países terceros, las dos delegaciones pusieron de maniiesto su deseo de que en la reunión fijada para este próximo mes de abril, en Portugal, responsables portugueses y españoles traten de formaizar un acuerdo bilateral en la materia, antes de que acabe el primer semestre del año.

Respecto a la Protección Civil, pactaron "una posición común dentro del ámbito del Tratado de Roma" y, asimismo, que a partir de este año, España participará en el seminario que sobre incendios forestales se celebrará próximamente en Portugal.

EL "CANAL AZUL"

Sin embargo según estimaron fuentes oficiales lusitanas y españolas consultadas por Servimedia, el éxito más visible de esta "cumbre" ha sido la apertura de un nuevo "canal azul" en la frontera hispano-portuguesa de Valencia de Alcántara (Cáceres) antes de dos meses.

La puesta en marcha de este segundo paso libre entre los dos países -el único que funciona actualmente es el de Rosal de la Frontera (Huelva)- convocará en fechas cercanas a ambos ministros, que también estudiarán la "eventual apertura" de otro paso con iguales condiciones, en la frontera norte de Portugal con la Comunidad Autónoma de Galicia.

En esta reunión extraordinaria participaron, por parte española, el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera; el subsecretario del ministerio, Santiago Varela; el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado; el de la Guardia Civil, Luis Roldán, y otros altos cargos.

El ministro Manuel Pereira encabezó la delegación portuiguesa, en la que figuraban también el secretario de stado adjunto, José Manuel Branquinho Lobo, y varios responsables de seguridad lusos.