Nuestro país es el único que sanciona rechazar un trabajo con la prohibición de percibir el subsidio de desempleo. En el otro extremo estarían países como Dinamarca o Australia, que sancionan este hecho con una semana sin percibir el paro. En cambio, el caso español es más similar al belga, dnde el castigo es la pérdida del subsidio entre 26 y 52 semanas, y definitivamente si se rechaza un trabajo dos veces.

La OCDE vincula el tipo de sanción con la protección del empleo y la rotación de la plantilla. En el caso de Dinamarca y Australia, los contratos están débilmente protegidos y la rotación de plantilla es alta, circunstancias que no se dan en España, donde, según apunta el informe, "la percepción política que se tiene es que las personas con un trabajo o cualquier oferta de trabajo sonafortunadas; y, por lo tanto, nunca está justificado abandonarlo o rechazarlo".

Sin embargo, la organización critica que España no tiene en cuenta que la decisión de no aceptar un trabajo puede ser "involuntaria desde el punto de vista del individuo", que puede verse forzado a hacerlo por determinadas circunstancias.