Los envases para alimentos líquidos constituyen, según el Ejecutivo, una importante fuente de residuos de fácil abandono que ocasionan grandes costes económicos de recogida y eliminación, y un notable impacto sobre el medio ambiente.

El Gobierno destaca también que actualmente existe una tendencia generalizada y creciente de sustituir los envases retornables por recipientes desechables.

Para solucionar estos problemas, distintos organismos internacionales, entre ellos la OCDE y CEE han establecido regulaciones y recomendaciones encaminadas a concienciar a los productores y utilizadores de envases, así como a los consumidores de los alimentos que aquellos contienen, para que eviten la degradación del medio ambiente mediante el uso de recipientes reutilizables o de material reciclable.

Otros consejos son la reducción del peso y volumen de este tipo de envases y la eliminación controlada de los que tengan una difícil recuperación.

El real decreto aprobado hoy recoge la obligaión de elaborar programas de gestión para reducir el peso y volumen de los envases y para la reutilización y reciclaje de los mismos, que deben ser elaborados a nivel estatal, pero de acuerdo con las comunidades autónomas, sin perjuicio de que éstas puedan aprobar otros que respeten los criterios que establezcan los programas nacionales.

En la realización de estos proyectos participarán las organizaciones empresariales, los sectores industriales afectados y las asociaciones de consumidores.

Para omentar el uso de los envases retornables, se llevarán a cabo campañas de educación a los consumidores y se promocionará la técnica y la comercialización de nuevos envases.