Esta misión nació de la incorporación a la OTAN de las tres repúblicas bálticas en abril de 2004. La Alianza Atlántica decidió asignar medios aéreos de los países aliados para que, de manera interina, llevasen a cabo las labores de vigilancia del espacio aéreo en dichos países, en tanto no dispongan de las capacidades que les permitan llevar a cabo esta labor.

Por ello, tras varias rotaciones, desde el día 1 de agosto hasta hoy España ha sido la encargada de proporcionar la cobertura de policía aérea en los Países Bálticos.

El destacamento español está compuesto por unas 80 personas, además de un oficial de enlace en la Embajada de España en Vilnius. De este total, siete personas se encuentran destacadas en Karmevala (cerca de la ciudad de Kaunas), como parte del centro de control aéreo.

Los demás componentes constituyen el destacamento para los 4 aviones Mirage F-1 de la Base Aérea de Albacete, que se encuentran desplegados en la Base Aérea de Zokniai (en la ciudad de Siauliai).

A partir de ahora será Bélgica el país que releve a España en esta misión, y posteriormente lo harán Francia, Rumanía y Polonia.