Así se desprende de datos de flujos de materiales dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La serie histórica comienza en 2008, año en que se alcanzó el máximo con 399,2 millones de toneladas de materiales liberados al medio ambiente. Posteriormente, la tendencia reflejó un descenso hasta los 319,9 millones de 2013, para entrar después en algunos altibajos anuales hasta llegar a 324,4 millones en 2019. La eclosión de la crisis de la covid-19 supuso el mínimo histórico con la liberación de 279,9 millones de toneladas.

Desde entonces se han encadenado dos años al alza hasta los 313,8 millones de 2022, cuando las emisiones a la atmósfera -principalmente, gases de efecto invernadero- fueron los materiales con mayor peso en el total (91,5%), seguidas del uso disipativo de productos y las pérdidas (abonos orgánicos, fertilizantes inorgánicos y fitosanitarios entre otros), que supusieron un 8,2%.

CONSUMO DE MATERIALES

Por otro lado, el consumo nacional de materiales, que mide la cantidad anual de materiales sólidos, líquidos y gaseosos (sin incluir aire ni agua) usada directamente por la economía española, bajó el año pasado un 4,4% hasta alcanzar los 419,2 millones de toneladas.

La productividad de materiales -o cantidad de Producto Interior Bruto (PIB) generado por unidad de consumo de materiales- alcanzó los 2.845,6 euros por tonelada, lo que supone un incremento de un 10,6% respecto a 2021. El consumo de materiales por habitante disminuyó un 5,3% hasta situarse en 8,8 toneladas. La acumulación neta de materiales en la economía alcanzó las 4,3 toneladas per cápita, un 8,8% menos que el año anterior.

Al igual que en años anteriores, el principal componente del consumo de materiales fue la extracción nacional, con el 83,6% del total. Alcanzó los 350,3 millones de toneladas, un 7,6% menos que en 2021.

El balance comercial físico (importaciones menos exportaciones) fue de 68,9 millones de toneladas en 2022. Las importaciones alcanzaron los 256,9 millones de toneladas, frente a los 188,0 millones de las exportaciones.

Los principales materiales extraídos en España durante el año pasado fueron los minerales no metálicos (principalmente piedra caliza, yeso y arena) y la biomasa (donde destacaron los cereales, las frutas y hortalizas), con 213,8 y 117,9 millones de toneladas, respectivamente. La extracción de minerales no metálicos se redujo un 3,9% respecto a 2021, mientras que la de biomasa bajó un 13,2%.

COMBUSTIBLES FÓSILES

Los combustibles fósiles (carbón, crudos del petróleo, gas natural y derivados) fueron los materiales que destacaron en el balance comercial físico de 2022 por su peso en las importaciones (el 50,5% del total), seguidos por la biomasa (21,4%). Los materiales de mayor peso en las exportaciones fueron la biomasa (26,8% del total) y los combustibles fósiles (24,9%).

Además, los combustibles fósiles presentaron el balance comercial físico más positivo (82,8 millones de toneladas). Por el contrario, los minerales no metálicos registraron el más negativo (-25,6 millones).

La acumulación neta de materiales mide el crecimiento físico de la economía en toneladas de materiales, es decir, el peso de los materiales de construcción utilizados en edificios y otras infraestructuras y de los materiales incorporados a bienes duraderos como vehículos, maquinaria industrial, etc. Se obtiene como saldo entre los 'inputs' (extracción nacional, importaciones y elementos del balance) y los 'outputs' (procesado a la naturaleza, exportaciones y elementos del balance).

En 2022, se incorporaron a la economía 204,0 millones de toneladas de materiales (4,3 toneladas per cápita), lo que supuso un descenso de un 8,0% respecto al año anterior.