Los hechos ocurrieron al mediodía de ayer, cuando dos mujeres de este grupo acusaron de asesino a Scilingo -que ha confesado que arrojó a 27 personas durante los vuelos de la muerte de la dictadura militar argentina-, al reconocerle cuando paseaba frente al Ministerio de Asuntos Exteriores.

La reacción de Scilingo fu intentar agredir a las dos mujeres, pero uno de los policías que lo custodiaban, comenzaron a empujarlas con violencia, arrojando brutalmente al suelo a una de ellas, Andrea Benites Dumont.

A consecuencia del golpe, Andrea Benites sufre traumatismo craneoencefálico y contusiones en las cerviales, según el parte médico del Hospital 12 de Octubre, donde fue atendida.

La mujer al ir a denunciar los hechos en la comisaría de la Policía Nacional del distrito de Centro se encontró con Scilingo y su esolta, que, a su vez, denunciaron a las dos mujeres por "alzarles la voz y amenazarles".

A juicio del Grupo de Apoyo a las Madres de Mayo, este hecho "deplorable no es más que la continuación de la impunidad que se vive en Argentina".

"Sucesos como este", señalan, "evidencia que Scilingo no representa sólo una alarma social, es un peligro, ya que los policías que le custodian agreden violentamente a quienes se indignan legítimamente por su inexplicable libertad".

Agregan que "Scilingo debe esar en la cárcel, no es ninguna víctima, como quiere aparentar, sino un participante directo de la represión durante la dictadura militar argentina que provocó 30.000 desaparecidos".

"Su supuesto arrepentimiento no le exime de los crímenes que cometió, como tampoco puede permitirse la clasificación de genocidas de primera de segunda, no valen categorías para torturadores, verdugos y criminales", aseguran.