Efectivos de la policía autónoma tenían constantemente rastreada la zona próxima a Zabalaga, donde se ubica el centro de arte, según indicaron a Servimedia fuentes de la Ertzaintza.

Los terroristas debieron instalar muy rápidamente las granadas y huir. Se trata de 8 proyectiles alargados, tipo MECAR-43, con un temporizador, que han sido desactivados por los artificieros de la policía vasca.

La Ertzaintza destacó que, "en ningún caso, por la incorrecta colocación de estos artefacto, en una zona boscosa, hubieran llegado a la zona donde se están celebrando los actos".

Los expertos de la policía autonómica consideran que se trata de "un tema propagandístico, para hacer ruido, porque tal y como se estaba realizando el dispositivo de seguridad y tal y como estaban colocadas las granadas en ningún caso hubieran llegado a Zabalaga".