Preguntado al respecto en rueda de prensa antes de la Junta de Portavoces, Errejón explicó que en Más País todavía lo estaban “estudiando porque es un tema complejo” pero señaló como “absolutamente decisivo el consentimiento” y confesó que les “preocupa que se pueda querer volver a una situación en la que tengan que ser las mujeres las que tengan que demostrar que se resistieron”.

Eso sí, después confesó que “nadie desea alguno de los casos que hemos visto” de reducción de penas a agresores sexuales, aunque también deslizó que “el debate no puede estar centrado sólo en las penas”, sino que debe abordar la educación y la prevención, así como el análisis de “qué está pasando culturalmente” para que aumenten las agresiones sexuales”, en lugar de dejarse “llevar por un cierto populismo punitivo”.

El portavoz de Más País se centró en lamentar el “despropósito” del procedimiento, por el que el socio mayoritario del Gobierno ha enmendado una ley de un ministerio dirigido por el socio minoritario y contra su voluntad. “No entendemos que el Partido Socialista lo haya hecho así. El Gobierno se está haciendo mucho daño con esta tramitación y le está haciendo un profundo daño al movimiento feminista y a una discusión importante”.

Por eso, pidió al Gobierno que no convierta el tema en “un caballo de batalla” y “traiga como Gobierno” una propuesta que permita a la vez “mantener el consentimiento” como eje de la norma y “evitar los efectos indeseados” de reducción de penas, y que aúne los mismos apoyos parlamentarios que la propia norma, pero no supo sugerir de qué manera. Sí admitió que el problema “tiene muchas aristas y tiene que ser enfrentado en todas esas caras”.

De cara a la tramitación parlamentaria de la proposición del PSOE, Errejón vaticinó que “se van a mover muchas cosas estos días” y reconoció que no sabe cómo llegará tras el proceso de enmiendas. Pero instó al Gobierno a que “frene esta especie de competición interna, a costa de lo que debería ser una discusión de Estado”, y acuerde una sola propuesta de ambas formaciones y no “dos propuestas diferentes y escenificar una batalla pública muy dolorosa y en un tema muy difícil”.