EL EQUIPO FEMENINO ESPAÑOL DE ESGRIMA CAUSA SENSACION EN LAS COMPETICIONES DE LOS JUEGOS PARALIMPICOS

BARCELONA
SERVIMEDIA

Cristina Pére, Paqui Bazalo y Gema Hassen-Bey son las integrantes del equipo de féminas españolas que concursan en esgrima, en la modalidad de espada, y que han revolucionado las pruebas con sus éxitos inesperados.

La malagueña Paqui Bazalo partió ayer del temor a no acceder a los puestos de honor hasta la gloria máxima, la del oro. "No podía ni imaginármelo" dijo Paqui, que se ha hecho tiradora en tan sólo ocho meses. Recuerda que cuando se le ofreció la posibilidad de dedicarse a la esgrima respondió con extrañea, pues "creía que este deporte se tenía que hacer de pie".

Sus posibilidades como aspirante a ser una gran espada fueron percibidas en la localidad francesa de Auch, hace unos meses, donde advirtió a los expertos de su valía en la categoría 3 y 4 (esgrimistas con buen equilibrio cuando están sentados) con un quinto puesto que refrendaba lo exhibido tiempo atrás en el campeonato de España de Barcelona.

Su ilusión en estos momentos se encuentra al máximo, hasta el punto de que parte de sus inquietdes profesionales, esta treitañera es especialista en fotografía industrial y publicidad, han sido desviadas a la esgrima. "Estoy enganchada", dice concluyente.

Gema Hassen-Bey, la madrileña de 25 años que consiguió el bronce en espada clase 2 (esgrimistas con equilibrio deficiente cuando están sentados), recuerda que descubrió la esgrima en Toledo, a donde se desplaza tres veces por semana para entrenar, también hace poco tiempo, menos de un año.

Después del último combate, no puede dejar de recnocer su sorpresa de haber batido a tiradores que cuentan con 20 años de experiencia. Su anterior experiencia deportiva, el tenis de mesa, le ha concedido buenos reflejos, que han sido sus grandes atributos en la competición.

Estudiante de publicidad, Gema también profesa una vocación por cantar, y en estos momentos se encuentra en el proyecto de grabar un disco con el cantante del grupo pop "Los Inhumanos". Su afición a la esgrima la atribuye, bromea, "a la vena turca que llevó por parte de mi abuelo.

Cristina Pérez, malagueña como Paqui y técnico en actividad física adaptada, ha reunido a sus 27 años la rara capacidad de haber llegado a la esgrima después de haber sido una consumada especialista en peso y disco, competiciones que le dieron el campeonato de España.

Cristina reconoce la diametral diferencia entre el atletismo y la esgrima, pero precisamente "me gustan ambos porque mientras que uno requiere fuerza y técnica, el otro deporte, la esgrima, me exige la astucia".

Gema, despuésde una competición en la que han rivalizado especialmente con las grandes tiradoras francesas, cree que "España está llamada a tomar el relevo de Francia".

Las tres esgrimistas reconocen al unísono que han llegado donde están gracias al maestrazgo del campeón del mundo de sable Antonio Marzal, "maestro de maestros", según apunta Cristina. El entrenador, en esta ocasión, no fue el látigo de las esgrimistas, que explican como fueron ellas las que le exigieron intentas jornadas de trabajo de hasta siete oras en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat.

Paqui recuerda que "no le dejábamos ir ni a tomar unas cañas" y Cristina concluye que "hemos roto con los esquemas de todos los entrenadores". Una revolución que ha proporcionado a la esgrima española sus primeras medallas.

(SERVIMEDIA)
07 Sep 1992