Entrevista con Julio Feo, autor del libro "Aquellos años" --------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Julio Feo, ex secretario general de la Presidencia y amigo personal de Felipe González, revela en su libro de memorias, "Aquellos años", numerosos detalles de la historia política de España de los últimos años.

Feo asegura, por ejemplo, que las relaciones entre González y Guerra siguen siendo las mismas de siempre; que en las pocas ocasiones en la que el presidente cae en agobios, se deprime, se "encabrona" de rabia; reconoce que en las elecciones del 79 no estaban maduros para gobernar y tenían miedo de ganar, y narra sus frustraciones al no poder crear el gabinete de análisis antiterrorista y un ministerio del deporte.

PREGUNTA.-Con motivo del referendum sobre la OTAN, dice en su libro que Felipe González estaba cansado, harto, sin ganas de hacer campaña y bajo una especie de depresión.

RESPUESTA.-Yo no creo que Felipe tenga depresiones, sino desánimo. Por entonces, había hecho un esfuerzo muy grande por asumir la OTAN, esfuerzo intelectual y político que hace por interés de España. Luego, ve que hay personas favorables a la OTAN, pero que por puro juego político se ponen en contra de la OTAN. El ve como es un paso fundamental y la condición 'sine qua non' para conseguir la modernización de España. Eso le hace pensar que la vida es muy miserable y entonces le deprime, le encabrona, le cabrea. Mas que una depresión síquica es una depresió de encabronamiento, de rabia.

P.-¿ En que otros momentos se ha encontrado sumido en depresiones parecidas?

R.-Que yo recuerde solo hay uno anterior en la campaña del 79 donde la prensa nos da ganadores. Y yo creo que en el fondo todos tenemos miedo a ganar, aunque honradamente nunca lo hablamos. Felipe en aquella campaña se encontraba muy inquieto, muy poco a gusto y creo que fue por eso, porque pensabamos quizá que en el fondo no estabammos maduros aun, que no estabamos preparados, que en el pas no estaba el horno para bollos.Y si no ahí está lo del 23 F. Honradamente creo que en el fondo había miedo a ganar.

P.-¿Cómo reacciona el presidente en esos casos?

R.- Cuando se da cuenta que lo que le está pasando es injusto, su reacción es arremangarse el pantalón y la camisa y se pone a tirar para adelante.Creo que esta campaña esta siendo un ejemplo de eso tambien.La crisis interna del PSOE y sobre todo la campaña de desprestigio que desde cierta parte de la prensa y desde el partido de la poisición se ha intentado llevar desde hace unos meses en esa especie de acoso y derribo hablando de corrupción todo el rato sin dar soluciones positivas.

LA DIMISION DE FELIPE EN EL 27 CONGRESO, NO FUE ESTRATEGIA

P.-¿En cuántas ocasiones ha querido arrojar la toalla?

R.- Muy pocas, muy pocas. En eso de arrojor la toalla y me voy, nunca; bueno, una sola vez cuando el 27 Congreso.

P.-¿Pero aquello no fue un plan estratégico?

R.- No, para nada; estrategia, para nada. Salió muy bien, per estrategia, para nada. Y salió muy bien porque no tuvieron redaños suficientes los que estaban en la conspiración para tomar la dirección del partido. Yo doy los nombres de todos los que estuvieron en la cospiración y si hubieran tenido las agallas suficientes y tomado la dirección del partido, el curso de la historia de esta país hubiera sido muy diferente. Pero se achantaron en el último momento

P.- Quizá algo parecido a la gestación de esta última crisis

R.-Creo que es un poco diferente. Honrdamente, los pormenores de la batalla de ahora no se como son porque no estoy metido en el ajo.Pero creo que aquello fue más público y abierto. No había tanta conspiración. Paco Bustelo hizo una defensa del marxismo y la gente votó eso. Porque además, les pedía el cuerpo eso. De hecho suponía la liquidación del partido como partido importante a medio plazo. Pero todo aquello se vino abajo porque los que estaban detrás no se atrevieron a coger las riendas del partido. Fue el 'bad godesberg' español.

.-¿Y esa depresión o encabronamiento fue porque Fraga cambió de postura en el referendum de la OTAN cuando rechazaron a Carlos Robles Piquer como comisario Europeo?

R.- Así me lo ha contado Jorge Verstrynge.

P.-¿Por qué hay tan pocas referencias en el libro a las relaciones de despacho y de trabajo entre Felipe González y Alfonso Guerra?

R.-Porque curiosamente no tenían despachos formales; se veían poco. Estaban a treinta metros de distancia en la misma planta, pero no era muy frecuente que lfonso viniera al despacho de Felipe. Alguna vez quedaban para almorzar; se veían en los consejos de ministros y lo que si funcionaba mucho era el teléfono. Pero no era frecuente que se encerrara uno en el despacho del otro.

ENTRE GUERRA Y GONZALEZ SIEMPRE HA HABIDO BRONQUITAS

P.-¿Cómo hay que interpretar eso? ¿Cómo que las relaciones entre Alfonso Guerra y Felipe González se han hecho ahora más distantes o que no han variado mucho?

R.-Yo intento explicar en el libro que es una relación de socis, más que una amistad de compartir ocio. Ahora no sé como están. Se lo que dice la prensa y lo veo con reservas. No es que no me lo crea, pero lo veo con reservas. Supongo que hay alguna diferencia, pero siempre ha habido diferencias entre ellos.Y en el libro cuento bastantes. Me parece que hoy la relación entre Alfonso Guerra y Felipe González es muy parecida a como ha sido siempre y que no ha cambiado tanto. Entre ambos siempre ha habido bronquitas, pero cuando el partido asume una postura, se cierran flas y es una piña. Esa es la grandeza del partido socialista.

P.-En el libro Felipe González es muy crítico con el gobierno de la UCD y con Adolfo Suarez y ahora resulta que la figura de Suarez es un paradigma. ¿Hay que interpretar eso como simple oportunismo electoral?

R.-Cierto, cierto el comentario y cierto tambien lo que yo voy a decir: Con Adolfo Suarez se ha sido injusto y no se ha reconocido el gran trabajo que supuso su presidencia en la transición pura y dura. Que fue lograr que en este aís hubiera democracia. Reconocido eso, yo diría que desde el partido le ha criticado gente, pero no precisamente Felipe González, quien ha tenido siempre muy buena relación con Adolfo Suarez. Trás el referendum OTAN, en el que se distanciaran algo, han recuperado esta y ahora se ven bastante y tienen una magnífica relación.

P.- Pero tambien hay una lectura por ver quien se queda con los votos que se caen del CDS.

R.-Bueno, si, esa lectura está ahí, es correcta. Hay una lectura interesada tanto e el PSOE como en el PP, y que pretende decir que el centro de Adolfo Suarez está en ellos.

A FELIPE NO LE GUSTA SALIR, SE AISLA

P.-¿El síndrome de la Moncloa es consecuencia de diez millones de votos ?

R.-Yo intento decir que no hay sindrome de la Moncloa. El otro día recordaba que será muy difícil encontrar una foto de Felipe González presenciando un partido de fútbol, en una corrida de toros, entrando en un cine, pocas, muy pocas comiendo en un restaurante con amigos. No hay ni antes ni ahora No le gusta salir. Se aisla.

P.-En el libro comenta la visita que hicieron a los pocos días de llegar aL poder a la División Acorazada Brunete. El 'santa santorum' del golpismo, dice usted. ¿En los años que estuvo en Moncloa hubo ruidos de sables?

R.-Yo no fui consciente de ellos; creo que no los hubo. Sin embargo, Ismael Fuente, en su libro "El caballo cansado" que yo cito, dice que Felipe González se vuelve a Madrid precipitadamente de Soria, donde pasaba las vacaciones porque había ruidos de ables.

P.-Tambien comenta que González le echó una bronca 'fina' cuando en un despacho con Ricardo García Damborenea, éste le confiesa que lleva un revolver del 38 en el bolsillo sin que nadie se lo detectara. ¿Es González exigente con su seguridad personal? ¿Le consta de algún intento de atentado?

R.-No, afortunadamente no hubo nunca ninguno. Y Felipe no es nada temeroso ni obsesivo con su seguridad. Hay una suerte y es que como no le gusta salir y apenas sale, no complica la vida a los de segurdad.

P.-¿Su salida de la Moncloa fue por la frustración de no alcanzar otros puestos diferentes?

R.-No, yo hablo de dos frustraciones a las que me hubiera gustado dedicarme. Después de las elecciones del 86 le digo al presidente que me quiero ir. Soy bastante guadiana en mi vida y aguanto poco tiempo en el mismo sitio. En Moncloa las cosas funcionaban sobre ruedas. Soy creativo y la burocracia me enerva y me aburre mucho.

P.-Usted dió los primeros pasos para unificar en un gabinete de análiss toda la información sobre el terrorismo, incluso viajo a la sede central de la CIA en Virginia. ¿Quién boicoteó aquel proyecto, los funcionarios de las brigadas operativas o sus respectivos jefes Rafael Vera, Luis Roldán y el general Manglano?

R.-Los funcionarios de a pie. Para nada Vera, Roldán y Manglano.No había pugna de competencias. Lo que yo pretendía era analizar la información y pasarsela a todos para conocer a fondo el perfil sicológico de los terroristas y sociológico de los comandos.Pero os comisarios Elías, Ballesteros y Martínez Torres y los representantes del CESID y de la Guardia Civil se mostraron desde un principio celosísimos de sus competencias, hasta el punto de que en alguna reunión que tuvimos coordinada por Vera, se dedicaban entre ellos a pasarse pistas falsas y a ocultar lo que cada uno sabía.Entonces las cosas eran así. Espero que hayan mejorado.

P.-¿Y el ministerio del deporte?

R.-Fue Samaranch quien se lo sugirió al presidente y me dijo que me pusiera a hacer losdeberes. Luego se frustró no se bien si por la carta que Maragall envió a Felipe o por celos de competencia de Javier Solana, como me comentaron.

FELIPE COINCIDE: "SERRA Y MARAGALL SON AUNTENTICOS COÑAZOS"

P.-En el libro dice de Pascual Maragall y Narcis Serra son auténticos coñazos, como botas malayas y más pesados que un burro en brazos.

R.- Si, pero lo digo en sentido cariñoso, en el sentido de que son gente que cuando quieren una cosa la consiguen, aunque sea por agotamiento. Y cito varios jemplos. Yo creo que es una virtud.

P.-Por lo que he leido de ese mismo criterio tambien participa el presidente del Gobierno.

R.-Si, si, son machacones, son constantes.

P.-¿Por qué cuando cita el nombre de Miguel Roca añade lo de "Chunchen"?

R.-Es una pequeña venganza. El día que se firma nuestro ingreso en el Mercado Comun, Roca estaba muy contento y al verme empezó a decirme: "Hulio, Hulio,¿cómo está Hulio?", así con acento andaluz como lo escribía Pedro Rodríguez. Este tambien escriía Roca "Chunchen" cada vez que se refería a Miguel. Roca es un político muy civilizado, de los más brillantes de la política española, pero tambien cuando está en campaña electoral se vuelve muy impertinente.

P.-Usted el tema Filesa no lo ha conocido estando en Moncloa, pero otros asuntos de ese porte si, como el caso Flik. ¿Qué opina de la corrupción que genera una financiación ilegal?

R.-Afortunadamente Filesa lo he conocido estando fuera y lo de Flik se demostró que no hubo nada. Nunca he sabdo cual es el problema de la financiación. En las campañas electorales he pedido lo que hacía falta y nada más. Dicho eso, creo que resulta precisa una ley de partidos políticos que deje muy claro lo de la financiación porque en nuestro caso está lo de Filesa, en el de otros Naseiro y no se cuántos más en los demás. Si no se hace, va a ser un desastre y no podemos permitirnos el que en éste país tengamos que hacer en diez años una catarsis como en Italia. Aun no hay metástasis y estamos a tiempo.

P.-¿o le ha llamado el presidente para colaborar en la campaña?

R.-Para nada.

P.-¿Y si lo hubiera hecho?

R.-Entonces habría colgado los trastos y me habría ido a hacer lo que me pidiera.

P.-¿No tiene ningún sindrome ni nostalgia de su tiempo en la Moncloa tocando poder?

R.-Le prometo que no tengo ni síndrome ni nostalgia. Me divierto mucho con el trabajo que hago.

(SERVIMEDIA)
05 Mayo 1993
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