El Parlamento Europeo aprobó el pasado mes de octubre una nueva directiva comunitaria que obliga a mejorar las condiciones de accesibilidad de los autobuses urbanos de más de 8 plazas de la Unión Europea, con el fin de facilitar, por ejemplo, el acceso de los discapacitados que utilicen sillas de ruedas.

Se trata de una norma de carácter técnico cuyo objetivo general es mejorar la seguridad de los viajeros, pero incluye una srie de requerimientos cuya finalidad es facilitar el acceso al transporte público de las personas con movilidad reducida, incluyendo en este grupo desde personas con discapacidad hasta ciudadanos de baja estatura, mujeres embarazadas o personas con niños.

Con la aprobación de la directiva será obligatorio que los autobuses que se utilizan para el transporte urbano dispongan de un sistema de inclinación (rampa o elevador).

Asimismo, se interrumpirá en el plazo de 3 años la fabricación de los actuaes autobuses de piso rebajado cuyo pasillo tiene una inclinación del 12'5%, y será obligatorio incorporar superficies antideslizantes en todas las pendientes.