"No creo que la de Fernando sea la última sangre derramada, pero vamos a trtar en lo posible que haya menos sangre derramada", dijo a Radio Nacional. "El atentado ha sido contra mi hermano y él era más que hermano para mí. Es el gran gusto que le doy a los terroristas y creo que estoy en el punto de mira de estos salvajes desde que inicié y llevé a cabo durante dos años la política de dispersión".

Múgica se ha referido a posibles respuestas incontroladas al terrorismo, según ha insinuado el presidente del Gobierno, Felipe González. "No comparto esas reflexiones", manifestó ates de recordar que "hubo un momento en la historia de España, cuando la sublevación militar contra la República, que el poder se resquebrajó, surgieron bandas de incontrolados. Cuando la República consolidó su gobierno y su poder, los incontrolados desaparecieron".

Según el dirigente socialista, "cuando existe un poder, ese poder tiene elementos suficientes para prevenir el nacimiento de incontrolados o, en el supuesto distinto, para terminar inmediatamente con estos brotes en cuanto surjan. Es muy dfícil o prácticamente imposible que surjan incontrolados", dijo antes de asegurar: "No soy partidario de la venganza, sino de la aplicación de la ley".

También sostuvo que "la libertad de prensa debe ser mantenida a toda costa", al mismo tiempo que hizo esta reflexión: "Pienso que hay un diario que se edita en el País Vasco y se vende en toda España, el diario Egin, que yo leo con la irritación del demócrata, pero también con la frialdad del jurista y creo que ahí se hace una apología del delito".

"Me gustaría", precisó, "que juristas que pueden tener también esa misma frialdad en el estudio de los textos, pero que saben más que yo, como pueden ser los de la Fiscalía General del Estado, lean Egin y se comporten desde su lectura según su leal saber y entender".