Esta iniciativa se inició en 2019 y desde entonces se han sumado participantes de Galicia, Andalucía, Madrid, Cataluña, Aragón y Canarias, así como personas procedentes de Senegal, Japón o Polonia. El ‘CompostELA’ se ha convertido en una experiencia “gratificante e inclusiva” para los enfermos con ELA, que implica superar distintos retos a lo largo del recorrido que realizan entre O Cebreiro y Obradoiro, gracias al espíritu de los afectados y a la colaboración de voluntarios y cuidadores.

Asimismo, es un proyecto que sirve de altavoz para que desde las administraciones se actúe para hacer de este camino un trayecto accesible para todos. De hecho, con el lema ‘En el CompostELA nadie queda fuera, nadie se queda atrás’ ponen en valor la importancia de la riqueza que aportan las personas con diversidad funcional en esta iniciativa.

El proyecto cuenta con la supervisión de la Guardia Civil junto a unidades especiales de cuerpos de seguridad extranjeros como la Gendarmerie francesa, Polizei alemana, Carabinieri italiana o GNR portuguesa, que velan por la seguridad de los participantes durante el recorrido del Camino de Santiago en el que cruzarán el puente de piedra del río Catasol, la entrada en Portomarín o la llegada a la Plaza del Obradoiro.