MENA

LA ENFERMERÍA RECHAZA EL CONTROL A LOS SANITARIOS CATALANES, PORQUE LA SALUD DEBE QUEDAR AL MARGEN DE "MANIOBRAS POLÍTICAS"

MADRID
SERVIMEDIA

La enfermería española rechazó hoy el programa piloto puesto en marcha por laGeneralidad de Cataluña paracomprobar si el personal sanitario habla catalán entre si y con los pacientes y para conocer si elabora las historias clínicas en esta lengua, por considerar que el idioma no tiene nada que ver con la calidad de las prestaciones sanitarias y que éstas deben quedar al margen "de cualquier maniobra política".

En un comunicado, el presidente del Consejo General de Enfermería de España, Máximo González Jurado, aseguró que este tipo de prácticas "nada tienen que ver con la valoración de lo verdaderamente importante en una profesión sanitaria, que no es otra cosa que la calidad de las prestaciones sanitarias que realiza diariamente".

Para González Jurado, "independientemente de la constitucionalidad o no de este tipo de controles administrativos, debe primar siempre y por encima de todo el derecho de los ciudadanos a tener la mejor asistencia sanitaria posible, ya sea utilizando el catalán, el castellano o cualquier otra lengua que facilite la necesaria relación interpersonal entre pacientes y profesionales".

En este sentido, el presidente de los enfermerosaseguró que la salud, en tanto que derecho fundamental, "debe quedar siempre al margen de cualquier tipo de maniobra política" o de cualquier otra acción que no esté basada en la mejora de la calidad de las prestaciones, la seguridad clínica y la satisfacción de los pacientes.

González Jurado recordó que las competencias y derechos de los profesionales sanitarios están recogidos en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y en cada uno de los estatutos profesionales.

El conjunto de esta normativa, señaló González Jurado, establece que los enfermeros y demás profesiones sanitarias facultativas tienen plena autonomía profesional a la hora de pasar consulta, diagnosticar y prestar los cuidados que estimen necesarios a los pacientes que les confían su salud.

"Esta autonomía profesional implica la libertad para utilizar tanto el catalán como el castellano, puesto que ambas son lenguas constitucionales y lo realmente importante en nuestra prestación sanitaria diaria es que la comunicación con el paciente sea lo más eficaz y respetuosa posible", asevera el presidente de la enfermería españaola.

DOCUMENTOS DE CARÁCTER PERSONALÍSIMO

En cuanto al uso de 846 historiales clínicos de pacientes de diez hospitales catalanes del Sistema Nacional de Salud, el presidente de los enfermeros españoles destacó que existen mecanismos "mucho menos conflictivos y traumáticos" para tener una idea de cuánto y cómo se utiliza el catalán.

"Hay que recordar a la Generalidad que, tal y como establece la legalidad vigente, las historias clínicas son documentos que pertenecen exclusivamente al paciente y que contienen datos e información de carácter personalísimo que únicamente puede ser utilizada por personal sanitario o investigador cualificado y siempre con fines de carácter sanitario y científico y, por supuesto, con el consentimiento del propio paciente", aseguró.

Con respecto a la posibilidad, según informa hoy el diario "El Mundo", de que el conocimiento del catalán vaya a ser requisito indispensable "en los procesos de selección y promoción del personal" y en la distribución de las plazas de formación de especialistas por el modelo MIR (Médico Interno Residente) o EIR (Enfermero Interno Residente), González Jurado destaca la "incoherencia" de esta medida.

Se trata de una medida incoherente, explica el presidente de los enfermeros, porque el Sistema Nacional de Salud está basado en principios como la equidad, la accesibilidad, la universalidad y la solidaridad.

Asimismo, recordó que una de las notas características de la Unión Europea es la libertad de circulación de los profesionales como un derecho que asiste a todos los ciudadanos.

En este sentido, una medida de estas características podría suponer una limitación a este derecho que además afectaría a la calidad de la asistencia y a la seguridad de los pacientes, puesto que las plazas en Cataluña quedarían limitadas a aquellos profesionales de la salud que supiesen catalán con independencia del nivel de sus conocimientos, habilidades y actitudes.

(SERVIMEDIA)
10 Ene 2006
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