Así lo puso de manifiesto la asociación, que destacó que los brotes epidémicos ocurren de manera cíclica, pero la enfermedad mantiene un "alto índice de contagios y transmisión" por contacto estrecho con una persona infectada a través de la tos o contacto con las secreciones respiratorias. Además, la inmunidad contra la tosferina "se debilita con el tiempo".

“La máxima contagiosidad de esta infección, que es más frecuente en invierno y primavera, se produce durante el período catarral y las primeras dos semanas, con un período de incubación de siete a 20 días”, señaló Asanec.

Por ello, la responsable de Inmunización de Asanec Eva Almán, detalló que que la tosferina “es especialmente grave" en los primeros meses de vida, ya que “el 90% de las hospitalizaciones se da en niños menores de un año, con mayor porcentaje en los menores de tres meses, por presentar complicaciones graves", que pueden causar la muerte dle bebé.

Almán destacó que “la importancia de reforzar la vacunación de la tosferina con una nueva dosis, tal y como recomiendan distintas sociedades científicas, se debe principalmente a que la inmunidad de la población ante esta enfermedad se va debilitando con el paso del tiempo”.

En las dos últimas décadas, la incidencia de la tosferina se ha incrementado en todo el mundo, lo que indica, según la enfermeras andaluzas, “que las estrategias de vacunación actuales son insuficientes para disminuir la carga de la enfermedad en todos los grupos de edad”.

PREVENIR LA TOSFERINA

Respecto a las acciones preventivas frente a la tosferina, la responsable de inmunización de Asanec afirmó que “deben dirigirse fundamentalmente a proteger a los lactantes menores de tres meses", además de "disminuir la incidencia en los adolescentes y adultos" que actúan como reservorio y fuente de infección.

Las medidas más efectivas en el control de esta enfermedad pasan por mantener un porcentaje alto de personas vacunadas (niños, adolescentes y adultos hasta los 65 años) para cortar la transmisión, evitando, además, la exposición de los lactantes y otros sujetos con alto riesgo de contagio.

En Andalucía, la vacunación contra la tosferina se realiza a los dos, cuatro y once meses de edad, con un refuerzo posterior a los seis años. Como la vacunación no comienza hasta los dos meses de vida, la estrategia para proteger a esos lactantes consiste en la "vacunación sistemática frente a tosferina de todas las embarazadas".

Por otra parte, las enfermeras andaluzas recordaron que en España, la tosferina se encuentra en una epidemia sostenida desde el año 2010. Según datos del Instituto Carlos III, desde 2011 se declara un promedio de 4.000 casos anuales, con un pico máximo entre 2014 y 2019.

Además, en el informe publicado por el Centro Nacional de Epidemiología, que analiza el periodo comprendido entre los años 2005 y 2020, se recogen un total de 43.534 casos de tosferina, registrando 10.281 hospitalizaciones, el 82,7% en menores de tres meses de vida.

Por último, un análisis realizado entre los años 2010 y 2020 en Europa para conocer la carga de tosferina en adultos mayores de 50 años mostró cómo la enfermedad "está creciendo”.