Investigación
La enfermedad cardiovascular y el alzhéimer cuentan con cuatro biomarcadores comunes
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Científicos del grupo del área de Fragilidad y Envejecimiento Saludable del Ciber (Ciberfes) y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada han descubierto que la enfermedad cardiovascular y el alzhéimer cuentan con, al menos, cuatro biomarcadores comunes, lo que podría abrir la puerta al diseño de nuevos tratamientos.
Según informaron este martes los centros de investigación, este trabajo, que contó con la colaboración de la Universidad de Granada, acaba de publicarse en la revista 'Biomedicines'. Los científicos revelaron la existencia de cuatro potenciales biomarcadores comunes que podrían tener un papel relevante en la enfermedad cardiovascular (ECV) y la enfermedad de alzheimer (EA).
Apoyando estos hallazgos, existen varios estudios que encontraron un nexo común entre el desarrollo de estas enfermedades a nivel genético y terapéutico. En el contexto terapéutico, se observó que el uso de diversos anticoagulantes orales puede tener un efecto beneficioso para el tratamiento de trastornos neurodegenerativos. Todo esto puso de manifiesto la existencia de vías moleculares comunes en el desarrollo de ambas patologías.
El envejecimiento es uno de los principales factores implicados en el desarrollo de distintas enfermedades, entre las que se encuentran la EA y la ECV, que incluye la enfermedad coronaria, la enfermedad cerebrovascular y la enfermedad arterial periférica.
ELEVADA INCIDENCIA
Ambas enfermedades tienen una elevada incidencia en la población. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte, ocasionando cada año más de 17,5 millones de muertes a nivel mundial. Por su parte, el alzhéimer se encuentra entre las 50 principales causas de mortalidad en el periodo comprendido entre 1990 y 2013, y representa aproximadamente el 50-75% de todos los casos de demencia.
Actualmente, hay unos 34 millones de personas con alzhéimer en todo el mundo y se espera que la prevalencia se triplique en los próximos 40 años debido a los cambios demográficos y a la mayor esperanza de vida, lo que se traduce en que 1 de cada 85 personas en todo el mundo estará afectada por esta enfermedad en 2050.
En este contexto, la evidencia científica muestra que, aunque el envejecimiento es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de estas enfermedades, los factores de riesgo relacionados con el sistema cardiovascular desempeñan un papel clave en los trastornos cognitivos.
OBESIDAD
En esta línea, se observó que la obesidad, uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, se asocia con la demencia. De igual modo, un mayor índice de masa corporal en la edad media aumenta proporcionalmente el riesgo de desarrollar alzhéimer.
Por otro lado, las alteraciones cerebrales en los pacientes con alzhéimer suelen ir acompañadas de alteraciones vasculares, de forma que en más del 90% de los casos de pacientes se observa un deterioro en los vasos sanguíneos, desarrollando generalmente complicaciones cardiovasculares, especialmente relacionadas con disfunción diastólica del corazón.
Según explicó la investigadora del Ciberfes, Beatriz García Fontana, “aunque hacen falta más estudios para profundizar en la función de estos potenciales biomarcadores, la evidencia experimental indica que podrían tener un papel relevante en el desarrollo de estos trastornos, por lo que su validación abre la puerta al diseño de herramientas diagnósticas y terapéuticas que mejoren la calidad de vida de los pacientes”.
(SERVIMEDIA)
10 Mayo 2022
ABG/clc