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Endesa avanza en el desmantelamiento de la central térmica de Andorra con la voladura de la chimenea

MADRID
SERVIMEDIA

Endesa procedió este jueves a la voladura de la chimenea de la central térmica de Andorra, lo que supone un paso más en el proceso de cierre y desmantelamiento de las centrales de carbón que la compañía está llevando a cabo y que completará en la península en el año 2027.

Según la energética, la demolición de la chimenea de la central ha supuesto un “hito”, no solo por el “simbolismo de la estructura sino también desde un punto de vista técnico”, ya que ha sido necesario diseñar “un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición”.

En el caso de la voladura de la chimenea. se ha analizado estructuralmente la afección de los trabajos preparatorios, así como la dinámica de la voladura, su secuencia, dirección de caída, medidas mitigadoras de las afecciones, medidas de vibraciones y puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras afectadas.

Para la demolición se han utilizado 170 detonadores no eléctricos, 108 conectadores de superficie, ocho detonadores no electrónicos y 265 kilogramos de explosivo, que se han colocado en la estructura mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. En el proyecto se ha fijado un radio de seguridad de 600 metros.

La demolición se ha realizado mediante el empleo de pequeñas cargas confinadas de explosivo en barrenos de pequeña longitud con el objeto de conseguir una cuña desestabilizadora. El empleo de explosivos es el procedimiento más seguro para demoler estructuras esbeltas y especiales, siempre que el entorno lo permite. Para facilitar el proceso de caída se realizaron, durante las semanas previas, trabajos de corte con diamante en la base de la chimenea.

La voladura ha producido alrededor de 25.000 toneladas de residuos, mayoritariamente hormigón, que serán gestionados “de acuerdo con la normativa medioambiental”. Según Endesa, serán valorizados en obra al ser usados como material de relleno por su carácter inerte, mientas que el hierro que constituía la armadura del hormigón armado “se revalorizará para su posterior uso”.

Para minimizar la afección del polvo derivado de la explosión se han instalado en la dirección de caída cuatro piscinas de 220 metros cúbicos de capacidad que contenían agua de lluvia y procedente de los propios procesos de la central.

La chimenea de la central tenía 343 metros de altura, 23,5 metros de diámetro en su base y 9,5 metros de diámetro en la coronación. Fue construida entre 1978 y 1979 en hormigón y su peso aproximado era de 25.000 toneladas.

(SERVIMEDIA)
16 Feb 2023
JMS/clc