Según Endesa, la nueva unidad contará con la más moderna tecnología disponible para las de su clase y consumirá combustible de alta calidad, por lo que su impacto medioambiental no será significativo y no debería suscitar, a su juicio, la oposición de Greenpeace.

La empresa manifiesta estar a favor"del uso racional de la energía para facilitar la conservación del medio ambiente" y señala que viene dedicando "importantes inversiones al desarrollo de nuevas tecnologías (...), a la mejora del rendimiento energético, y ha llegado a adoptar como lemas de campaña institucionales, en los medios de comunicación, la promoción del ahorro de energía y el respeto al medio ambiente".

Sin embargo, para Greenpeace, con la ampliacion de la central térmica de Carboneras se duplicarían las emisiones de CO2, con l consiguiente riesgo para el medio ambiente. La central, que tiene ya un primer grupo en funcionamiento, emite al año, según la organización ecologista, cuatro millones de toneladas de CO2 con la quema de carbón de importación.

El buque "Moby Dick", propiedad de Greenpeace, bloqueó ayer el puerto de Carboneras, paralizando la entrada, atraque y descarga de un barco chino con 96.530 toneladas de carbón térmico destinado a dicha central, como protesta por la ampliación de las instalaciones, que considea "muy contaminantes".

El incidente se saldó con cinco ecologistas detenidos, que fueron puestos en libertad a primera hora de la tarde de ayer. La compañía eléctrica calificó la acción de Greenpeace de "invasión".