Los funcionarios también arrestaron a Said Alí Akbar, de 33 años, compatriota del anterior, después de que adquiriera uno de los documentos.

Las informaciones recogidas por el Grupo II de Investigación de Centro revelaron que Mahmoud Arabpourian compraba los pasaportes a descuideros y carteristas, los manipulaba y los distribuía entre personas de su misma nacionalidad.

Según las mismas fuentes, a finaes de la semana pasada el sospechoso mantuvo una reunión con Said Alí Akbar para darle un pasaporte y un carné españoles, que pertenecían a un joven madrileño que había denunciado el robo de los mismos.

Las fuerzas de seguridad creen que Said Alí tenía intención de huir a Canadá, ya que la Audiencia Provincial de Madrid había decretado su detención e ingreso en prisión por un delito contra la salud pública.

Posteriormente, los agentes registraron el domicilio de Mahmoud Arabpourian, donde encontrron los 36 pasaportes, algunos ya falsificados y otros en proceso de manipulación.

Once pertenecían a ciudadanos griegos y el resto eran españoles y de otros países europeos. Además, en la casa había tintas, plantillas, sellos y otros útiles para la falsificación.

La Jefatura Superior de Policía sospecha que Arabpourian, con antecedentes por delitos similares, encubrimiento y receptación, cobraba 100.000 pesetas por cada pasaporte.

Por otra parte, cuatro desconocidos de origen oriental asaltron ayer un restaurante chino situado en la avenida General Perón.

Los atracadores, armados con una pistola y un cuchillo de carnicero, robaron 100.000 pesetas y huyeron dejando atado a una silla al propietario del establecimiento.