La Ferede coincide con el Papa en que la perversión de la sexualidad es consecuencia d la cultura hedonista en la que, aseguran, vive la sociedad, pero no comparten la idea de que toda relación sexual matrimonial es pecaminosa si no tiene como único fin la procreación.

Para las iglesias evangélicas españolas, esta tesis contradice la enseñanza bíblica sobre la sexualidad matrimonial y perjudica seriamente la relación conyugal.

Según la citada federación, no se pueden considerar como inmorales los métodos anticonceptivos no abortivos dentro del matrimonio, ya que permiten practicarotro de los derechos y deberes que tiene el hombre y que radica en ejercer la responsabilidad de una planificación familiar adecuada.

"El razonamiento en contra de los métodos anticonceptivos", agrega la federación, "recogido en la encíclica, diciendo que es en los países que utilizan dichos métodos donde se realizan más abortos, es como decir que se deben cerrar los centros sanitarios porque donde hay más hospitales es donde hay más enfermos".

Asimismo, la Ferede no comparte lo que denomina comola opinión de la Iglesia católico-romana acerca de la tiranía del Gobierno de la mayoría y añade que "es más peligrosa la tiranía de una minoría, como puede serlo en un momento determinado una estructura jerárquica y piramidal como la católica, que la de una mayoría democrática".

Finalmente, asegura que no es posible en el pensamiento cristiano la discordancia entre la condena al aborto y la permisividad hacia la pena de muerte que refleja la encíclica.