Según informó la entidad, la previsión para la temporada de verano es "de un récord histórico del tráfico aéreo”. Por este motivo, dispondrá de 80 controladores aéreos habilitados más que en el mes pico de agosto de 2019, temporada antes de la pandemia.

Asimismo, habrá nuevas mejoras operativas en los procedimientos de aproximación y área terminal de los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Josep Tarradellas Barcelona-El Prat y Tenerife Sur para su temporada alta de invierno. En esta línea, habrá mejoras en la sectorización de espacio aéreo en el Centro de Control de Baleares y en el de Barcelona, con la dotación de sectores adicionales de espacio aéreo.

“Estas medidas permitirán más eficiencia junto a mejoras en seguridad y sostenibilidad. Además, habrá mejoras en las redes de seguridad, en las herramientas de gestión de las secuencias de despegues y arribadas, despliegue de nuevas funcionalidades de operativa sin ficha de papel y enlace digital de datos progresivamente en la red de aeropuertos”, detalló Enaire.

También incorporarán nuevas herramientas de planificación y gestión de riesgos en ruta, comienzo de despliegue de la nueva posición de control de tráfico aéreo (iFocucs) y la continuación del despliegue del Sistema de Comunicaciones Voz IP-Cometa.

Finalmente, se consolidará la aplicación de nuevas herramientas de control de afluencia y medidas de gestión “por ocupación” para gestionar más vuelos para una capacidad dada.