El informe, al que tuvo acceso Servimedia, evalúa el fraude cometido en este impuesto durante 1989 en 339.000 millones de pesetas, lo que supuso un índice de ocultación del 36,4 por ciento. El impuesto efectivamente pagadoascendió a 932.100 millones.

La estimación del Instituto de Estudios Fiscales parte de la diferencia entre el excedente bruto de explotación declarado por las empresas a efectos de pagar el Impuesto de Sociedades y el que resulta de la Contabilidad Nacional.

En 1989, año al que se refiere el análisis, el excedente declarado para el pago del Impuesto de Sociedades representó el 73,3 por ciento del excedente real estimado por la Contabilidad Nacional.

El estudio no profundiza en la vías de frade empleadas por las empresas, aunque sugiere que una de ellas consiste en exagerar algunas partidas de gastos, especialmente la de compras, a las que algunas empresas asignarían un importe superior al real a fin de declarar un excedente menor.

LA BANCA NO

El IEF realiza una estimación separada para las entidades financieras (bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito) que están obligadas a presentar una declaración del Impuesto de Sociedades con arreglo a un modelo distinto al resto.

E fraude detectado en estas entidades es prácticamente nulo, presumiblemente, aunque el informe no se pronuncia sobre ello, como consecuencia del control adicional ejercido sobre ellas por el Banco de España.

La mayoría de las 334.851 entidades declarantes del Impuesto de Sociedades en 1989 eran sociedades anóminas, 229.851, o de responsabilidad limitada, 81.496, mientras que las instituciones de depósito ascendían a 274.

Otras 2.219 estaban exentas del tributo, entre ellas las entidades públicas ncargadas de la gestión de la Seguridad Social, la Iglesia Católica y las asociaciones confesionales legalmente reconocidas, la Cruz Roja, los partidos políticos, las centrales sindicales, las organizaciones patronales y los colegios profesionales.

El informe señala que la cifra de fraude estimada en este tributo es "una primera aproximación" y debe tomarse "con cierta cautela, pues las discrepancias que se observen entre datos fiscales y económicos pueden ser debidas no sólo al fraude que se produce n el sector sino también a otras causas".

En todo caso, el nivel de fraude estimado por el IEF en el Impuesto de Sociedades es superior al calculado por este mismo organismo para el IVA, en un estudio realizado en 1990, que cifraba el nivel de ocultación en un 26 por cien (868.610 millones de pesetas para el año 1989).

A pesar de ello, el Gobierno está convencido de que los niveles de fraude existentes actualmente en España son homologables a los de otros países, especialmente tras la puesta en mrcha de la Agencia Tributaria, en 1992.

A este respecto, el secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, manifestó el pasado día 2 en el Congreso que "en este país tenemos unos sistemas impositivos que más o menos son de la misma naturaleza y sobre los mmismos niveles que tienen otros países de la Comunidad Europea, como por ejemplo, Inglaterra, Francia, etcétera".

Agregó que la recaudación en relación al PIB es también parecida a la de otros países, de lo que, en su opinión, "se deriva unaconclusión que no se nos escapa, y es que el volumen de cumplimiento en España y, por tanto, el volumen de fraude en España no puede ser muy distinto al que existe en otros países europeos".