Según señaló Bolsas y Mercados Españoles (BME) este jueves, se produjo este crecimiento a pesar de que en este tiempo las compañías se enfrentaron a un contexto “complicado” con una pandemia, una subida del coste de financiación tras el cambio de las políticas monetarias de los bancos centrales y conflictos geopolíticos, entre otros.

Este incremento se ralentizó durante el 2023 debido a que algún sector como el de energías renovables, que tiene un peso significativo dentro de la facturación agregada de la Bolsa de las pymes, atravesó “un año complicado”.

Si se excluye este sector de la muestra, la facturación agregada del mercado creció a un ritmo interanual del 16%, en lugar de un 4%, impulsada en buena parte por el crecimiento de otros sectores más tradicionales como es el inmobiliario, que también representa un peso importante dentro de este mercado.

Por otro lado, dentro de la cuenta de resultados agregada, BME afirmó que se observa una evolución similar en lo que se refiere a la rentabilidad del total del mercado, medido por la evolución de sus márgenes en el resultado bruto de explotación (Ebitda) que, en su conjunto, muestra una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 20%.

Por último, y como es característico en una tipología de compañías que es el motor de la creación de empleo en España, el número de trabajadores empleados por las pymes de BME Growth registraron durante esta década un crecimiento anualizado de más del 30% lo que confirma así que las empresas pequeñas y medianas suponen una pieza “clave” en la economía española, con cerca de 42.000 puestos de trabajo.