Asimismo destaca que era gran amante de su familia, de sus amigos, de la música y el deporte, que inculcó en sus res hijos, el mayor de los cuales, Jon, acude con él a los partidos de la Real Sociedad y quiere seguir sus pasos.

En el mundo del trabajo, se le considera, según el comunicado, como una persona muy conocida y querida que no pasa desapercibida y que deja huella. "A su gran humanidad física, casi 1'85 de estatura, le mueve una contagiosa generosidad que irradia. Julio sorprende siempre ayudando al que lo necesita, sin dejar de ser riguroso al exigir resultados con la autoridad moral de quien predica co el ejemplo".

En este campo, se afirma que Iglesias "siempre crea equipo, tanto hacia arriba aceptando el liderazgo de sus superiores, como hacia los empleados con los que trabaja día a día". Asimismo, se afirma que el afán del ingeniero secuestrado es el de formar a nuevas personas e integrarlas en el equipo, "consolidando a los jóvenes en sus puestos de trabajo y adaptando a los mayores a las nuevas exigencias del desarrollo".

Esta faceta puede venirle de su etapa de estudiante que combinó con rabajos manuales como fué la colocación de antenas colectivas o el diseño técnico de nuevos proyectos.