Un informe elaborado por dieciseis expertos en biología, agricultura y gestión de montes avisa sobre los daños que puede causar el proyecto a la población, los ecosistemas y las especies que habitan en él.

El embalse de Itoiz, cuyas obras comenzaron el pasado mes de mayo, ocupará 11.448.000 metos cuadrados y afectará directamente a quince localidades, ocho de las cuales verían inundado su núcleo de población.

El proyecto navarro, que cuenta con el beneplácito del Ejecutivo autonómico, es incluso más ambicioso que el de Riaño, cuya utilidad, con el trascurrir de los años, ha sido puesta en duda por el mismo ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell.

Santiago Martín Barajas, de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda), aseguró hoy en rued de prensa que los 400 hectómetros cúbicos de agua que podrá acoger el futuro embalse, si las autoridades no rectifican, podrían abastecer a los más de cinco millones de habitantes que viven en la Comunidad de Madrid. En Pamplona habitan unos 200.000 habitantes.

Juan López de Uralde, de Greenpeace, y Santiago Martín recordaron cómo en el verano de 1987 quedaron anegados los pueblos leoneses de Huelde, Anciles, Riaño, La Puerta, Escaro, Pedrosa del Rey y Salio para construir un embalse que casi siete aos después "no sirve para nada".

"Ahora, el Gobierno se empeña en hacer una macro-obra de las mismas características sin saber qué utilidad le van a dar después; ni siquiera saben si le van a poder dar alguna utilidad", señalaron.

Santiago Martín Barajas no puede explicar la ejecución de un proyecto que, a su juicio, carece de sentido alguno. "La Confederación Hidrográfica del Ebro", explicó, "dice que servirá para crear 50.000 hectáreas de regadío en una zona en la que el Instituto Nacional de Rforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) no tiene proyectado crear regadíos, entre otras cosas porque iría contra el espíritu de la nueva política agraria de la CE".

"Después", agregó, "dicen que van a construir un embalse que puede abastecer a toda la Comunidad de Madrid para abastecer a Pamplona y cuando se dan cuenta de que eso no tiene sentido, argumentan que el embalse servirá para que no se seque el río Irati, que no se ha debido secar nunca durante los últimos 20.000 años".

Ecologistas y experto han solicitado a José Borrell y a la secretaria de Estado de Medio Ambiente y Vivienda, Cristina Narbona, que paralicen las obras, para las cuales se habían presupuestado este año 500 millones de pesetas.

OCHO PUEBLOS DESAPARECERAN

Además, recuerdan que ya han empezado a trabajar las máquinas, cuando todavía no está aprobado el Plan Hidrológico Nacional, que podría no incluir la construcción de este embalse.

María José Beamount, abogada de los pueblos afectados, ya ha interpuesto recursos antelos tribunales superiores de justicia de Navarra y Madrid y ha presentado una queja ante la Comisión de las Comunidades Europeas. Sin embargo, cree que la lentitud del proceso judicial puede motivar un fallo cuando el daño ya sea irreparable.

A pesar del innegable valor ecológico que reune esta zona prepirenaica de Navarra, donde habitan 77 parejas de buitres leonados, 2 de águilas reales, 7 de alimoches, 2 de halcones peregrinos y una de las poblaciones de murciélagos más importantes del contienente uropeo, el impacto más importante recaerá sobre las más de 200 personas que deberán abandonar los pueblos donde siempre han habitado.

Sólo una rectificación en los planes del Gobierno central o una sólida oposición de las autoridades autonómicas puede evitar la desaparición de Atozki, Muniáin, Osa, Usoz, Uloci, Ezkai, Górriz, Itoiz y Orbaiz.