ELIAS YANES: "LA IGLESIA COMPARTE EL MACHISMO DE LA SOCIEDAD CIVIL Y NO TIENE RAZONES TEOLOGICAS PARA ORDENAR MUJERES"

MADRID
SERVIMEDIA

Elías Yanes actual arzobispo de Zaragoza y nuevo presidene de la Conferencia Episcopal Española desde el pasado martes, justo el día que cumplió 65 años, manifestó en una entrevista a Servimedia que "la Iglesia no se siente autorizada para permitir el acceso al sacerdocio de las mujeres, no tiene razones teológics de peso que le obliguen a cambiar eso".

Yanes, que es natural de Mazo (Tenerife) y licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana de Roma, añadió en el mismo encuentro con esta agencia, que, "sin embargo, todavía no está resuelta la promoción de la mujer en la Iglesia, queda mucho por hacer y, desgraciadamente, compartimos en la práctica el machismo de la sociedad civil, pero es uno de los pecados que tenemos que corregir".

El prelado, que ocupó el cargo de secretario general de l Conferencia Episcopal cuando la presidencia estaba a cargo del cardenal Vicente Enrique y Tarancón (1972-77), reveló también que "las dificultades" por las que el Gobierno y la Iglesia no han suscrito los acuerdos pendientes "han venido por parte del Gobierno, aunque acepto que alguien me contradiga si me da razones".

Yanes añadió que, a veces, ha habido interés en afirmar que la financiación de la Iglesia era el problema que entorpecía las negociaciones, cuando la verdadera batalla se estaba dando cn la enseñanza de la Religión en las escuelas.

El arzobispo de Zaragoza rechazó, asimismo, las calificaciones ideológicas que muchos medios de comunicación han aplicado durante las elecciones a los dos candidatos episcopales y justificó su nombramiento con la afirmación de que es "perfectamente normal que haya por parte de muchos (obispos) el deseo de introducir cambios".

De carácter tímido según los que le conocen, se confiesa un admirador de los papas Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, y lecor habitual de textos del Concilio Vaticano II, cuyo mensaje "hay que darlo a conocer más", aunque "la historia enseña que los grandes concilios penetran en la vida de la Iglesia cuando hay grandes santos que los asumen y los llevan a la vida práctica, que encarnan en su vida el ideal que el concilio proclama". MUJER Y FE

Sobre el papel de la mujer en la sociedad, Yanes explicó que "en la vida de la Iglesia la mujer tiene una importancia predominante: la educación cristiana, en gran medida ha sido obr de las madres, y cuando la familia cristiana entra en crisis, entra en crisis la fé. Uno de los factores más negativos para el futuro de la fé está en el hecho de que se haya cambiado la función de la mujer como educadora".

Entre los argumentos que manejó para defender que la mujer no acceda al sacerdocio, citó que "la Iglesia tiene una tradición de siglos en los que no ha habido nunca ordenación sacramental de la mujer" y recordó que "en los textos del Nuevo Testamento no aparece en ningún momento qe Jesucristo haya establecido el Sacramento del Orden para las mujer, por lo que la Iglesia no se siente autorizada para cambiar eso".

Sin embargo, en su opinión, "esto no significa atribuir una menor dignidad o categoría a la mujer, las cosas más importantes del cristinismo son comunes" y añadió que aspira a "que haya en la organización de la Iglesia puestos de responsabilidad que puedan ser ejercidos por mujeres".

ACUERDOS BLOQUEADOS

Respecto a cómo han transcurrido durante los último años la negociaciones con el Ejecutivo, monseñor Yanes explicó que "el diálogo con el Gobierno nunca se ha interrumpido del todo, pero no se dan pasos efectivos, se aplazan las soluciones concretas de año en año, y, en algunos casos, éstas se imponen por quien tiene el poder, cuando el marco jurídico exigiría el acuerdo".

El arzobispo de Zaragoza recordó que ese marco jurídico es la Constitución, "que hace un reconocimiento de la Iglesia católica, a mi modo de ver, con una fórmula satisfactoria", y los acueros con la Santa Sede firmados en 1979 y aprobados por el parlamento, y que deben ser desarrollados ahora.

A su juicio, el conflicto surge porque "he observado una tendencia a interpretar de la forma más estricta posible la letra de los acuerdos concordados, de modo que es muy difícil decir que se están violando, pero en la práctica aquellos fines para los cuales se establecieron están constantemente bloqueados, no se pueden lograr".

"Yo he sido de los que tenía una gran esperanza, a pesar de los ambios políticos que se habían producido, en que iba a ser posible un entendimiento, pero esa esperanza se ha ido limitando cada vez más y yo, personalmente, me he sentido defraudado", añadió.

Subrayó que no hay que olvidar que se trata de "derechos y deberes de millones de españoles que afirman su condición de católicos, aunque después sean incoherentes en su vida e incluso creencias, y aunque el estado no sea confesional, es un estado democrático y por ese sentido debe respetar a ese sector de la soiedad, máxime cuando está respaldado por la Constitución".

Yanes, que presidió una de las comisiones más importantes del Episcopado, la de Enseñanza y Catequesis (1978-87), cargo desde el que tuvo que defender los intereses de la Iglesia en la aplicación y desarrollo de dos leyes educativas (la Lode y la Logse), relató que el asunto de la financiación no ha sido el más conflictivo, (considera que los fieles son los que deben sostener a la Iglesia principalmente aunque existan otra fórmulas en las que articipe el Estado), sino el de "la educación religiosa en el ámbito escolar, que ha sido siempre nuestra preocupación".

La cuestión no radica en que la Religión, tal y como la contempla la LOGSE, haya dejado de ser una asignatura obligatoria en las escuelas, ("nosotros aceptamos que fuera libre"), sino que "el alumno que estudia Religión no está en igualdad de condiciones académicas con el que no quiere esta enseñanza".

En su opinión, ni los profesores, ni las condiciones y horarios en los que s imparte, permiten que esta asignatura sea contemplada en el sistema educativo como las demás, sino que quede "descalificada como una disciplina seria y académica en el plano de la docencia".

A pesar de sus críticas, monseñor Yanes afirma que desea que "todo esto se ponga en marcha, que este asunto quede pacificado definitivamente, lo que sería un gran bien para todos" porque "quisiera saber qué bien se consigue con el bloqueo de las negociaciones, ¿es que la Iglesia en España no puede ser una de las nstituciones más importantes para contribuir a la elevación moral de la sociedad o es que eso no tiene importancia?".

CREER EN DIOS Y NO SER CATOLICO

Este doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca, subrayó que la Iglesia, ante la falta de una ética civil en la sociedad española actual, "no se va a poner a hacerla, presentará el mensaje ético desde el punto de vista católico, pero claramente consciente de que el hombre no creyente también puede tener una ética, porque se puede crer en Dios y no ser católico, y aunque es más difícil justificar una ética en la que se niegue a Dios, es posible".

Respecto al pluralismo doctrinal dentro de la Iglesia, Yanes, amigo de matizaciones, señaló la distinción que hay entre las corrientes de pensamiento teológico y el contenido estricto de la fe.

La reflexión teológica "siempre la ha habido dentro de la Iglesia, el contraste hace progresar la Teología y conocer mejor el Mensaje", pero hay que estar atentos a sus límites, recalcó, "que mpiezan cuando el pluralismo se extiende al contenido de la fé, porque si somos católicos consecuentes tenemos que aceptar un contenido dogmático y si en eso hay desacuerdo, estamos rompiendo la Iglesia".

Del actual papa, Juan Pablo II, opinó que es un hombre que "conoce a fondo el pensamiento filosófico moderno, con una experiencia de la cultura occidental y oriental, una figura que no se puede clasificar tan frívolamente como se hace. A otros no les gusta lo que dice de la familia y la moral, pero e es coherente con el Evangelio y eso no se le puede reprochar".

Finalmente, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal contestó a la pregunta formulada sobre las críticas que, desde ciertos sectores políticos, reciben los obispos cuando opinan sobre temas sociales y el recurso que utilizan para descalificarles, el recordatorio de su vinculación con el antiguo régimen.

"Si nosotros nos pusiéramos a recordar las vinculaciones de otros a lo mejor no les gustarían", recordó, para añadir que "tods tenemos muchas cosas sobre las que decimos 'no me hubiera gustado estar en un sitio así', pero hay dos corrientes ideológiiccas que coinciden en hacer la misma acusación, la del liberalismo religioso y la de origen marxista".

"La Iglesia siempre ha mantenido que la ética cristiana no sólo es individual, sino también social, porque partimos que el hombre es un ser que tiene también esta dimensión", concluyó.

(SERVIMEDIA)
19 Feb 1993
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