Sin embargo, Espinosa señaló en un encuentro informativo con la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) que la probabilidad de que algún plan de cuenca incluya un gran trasvase no se conocerá, como muy pronto, hasta finales de 2009, fecha en la que, dijo, espera que estén redactados los distintos proyectos.

En este sentido, la ministra afirmó que el único trasvase que estudia su departamento es el que aportaría recursos a la Península desde el Ródano, para cuyo análisis se ha creado un grupo multidisciplinar que no ha finalizado los trabajos que ayudarán a decidir sobre la viabilidad de esta infraestructura.

La titular del departamento de Medio Ambiente indicó que, con el ahorro de agua que se prevé lograr con la puesta en marcha del segundo Plan de Modernización de Regadíos, que sería de al menos 800 hectómetros cúbicos, y con la ampliación de los recursos procedentes de la reutilización de aguas y la ejecución de las nuevas desalinizadoras proyectadas, se podrán atender las demandas procedentes de los distintos sectores, incluido el agrícola.

Respecto a la posibilidad de que la crisis económica influya negativamente en las políticas y acciones destinadas a la preservar los recursos naturales, Espinosa aclaró que el Gobierno no será "más permisivo" y vigilará el cumplimiento de las normas y leyes nacionales y los acuerdos internacionales.

A este respecto, apuntó que los Estados no pueden permitir que la crisis afecte a los compromisos relacionados con el control de las emisiones de CO2 y las políticas sobre cambio climático.

A su juicio, "parte importante de la crisis no es ajena al actual modelo energético", por lo que se mostró convencida de que de la actual situación económica debe salir un nuevo modelo menos dependiente del petróleo y sus derivados y que otorgue más relevancia a las energías renovables.