En un acto celebrado en Baracaldo (Vizcaya), donde fue recibido con una cerrada ovación por los simpatizantes del PNV, insistióen que quiere los votos de los vascos para "hacer la paz y no la guerra".

El lehendakari saliente condenó una vez más el atentado perpetrado por ETA el pasado domingo, que costó la vida al presidente del PP aragonés, Manuel Giménez Abad, y advirtió que ETA no desea que presida el Gobierno vasco un nacionalista demócrata.

"De nuevo ETA ha dicho un no redondo a la vida", dijo, "de nuevo ha vuelto a asesinar, de nuevo ha vuelto a no aceptar la voluntad de la sociedad vasca que le pide una y otra vezque abandone definitivamente las armas. ETA no quiere que haya un lehendakari demócrata y nacionalista, pero la sociedad vasca no va a aceptar la imposición de ETA".

Ibarretxe se refirió a su presencia ayer en Zaragoza para asistir al funeral de la última víctima de ETA y pidió a sus correligionarios que extremen la "solidaridad" con los que son objeto de la violencia terrorista.

"Ni un paso atrás a la hora de mostrar nuestra solidaridad ante las barbaridades de ETA. Ni un paso atrás aunque nos isulten, al lado siempre de los que sufren la violencia, de los que sufren la extorsión", pidió el candidato del PNV.

Recordó que el País Vasco "necesita la paz" y tolerancia para todos los puntos de vista. En este sentido, explicó que la "gran aportación del nacionalismo es haber sacado a este país de un pozo profundo en el que estaba. Nuestra aportación no ha sido dividir, no ha sido fracturar, no ha sido enfrentar a esta sociedad", algo que atribuye el PP.

Por su parte, Sabin Intxaurraga, candiato por Vizcaya aseguró que no puede llamarse abertzale, es decir patriota, "aquella persona que siembra odio, desolación y muerte", y genera un clima adverso a los vascos.